¡NAMASTÉ, JOSE VICENTE ALFARO! ¡नमस्ते! 


Namasté es un saludo de origen sánscrito, una lengua originaria del norte de la India, que nos viene de lujo para introducir la novela de Jose Vicente Alfaro, El laberinto del hindú. Jose Vicente Alfaro es un autor superventas de la plataforma de Amazon cuya especialidad son las novelas de ficción histórica desarrolladas en lugares exóticos. En esta ocasión, nos traslada directamente hasta la India para hilar una trama trepidante.


FICCIÓN HISTÓRICA DIDÁCTICA Y ENTRETENIDA 


La primera puerta que cruzamos en esta maravillosa novela será la de una civilización desconocida y poco desarrollada dentro de la literatura: el Imperio Gupta, época de oro de la India. De entrada, un libro que nos coloca en un momento histórico poco frecuentado por el resto de escritores, nos abre el apetito casi de inmediato. Valiente viaje emprendido por nuestro autor, ¿verdad? José Vicente Alfaro se ha documentado especialmente para presentarnos un contexto didáctico a la par que entretenido. Dudo que alguien se aburra leyendo las páginas que dedica a relatarnos algunos conceptos del pensamiento hindú, a menos que uno sea realmente sensible a la carga informativa dentro de un libro. De hecho, podría ocurrir que alguien muy conocedor de la cultura hindú, tachase de simplón el libro en cuanto a carácter explicativo. 

La India es una cultura que hay que descubrir a través de los sentidos, desde mi punto de vista. Y yo quería encontrar precisamente esto en el libro que nos ocupa. Lejos de defraudarme, José ha sabido captar los olores, sabores, sonidos, texturas e imágenes que conforman el entramado indio. Además, cual tela de araña, nos ha hecho un recorrido por los distintos estratos sociales, no de forma expositiva, sino permitiendo que vistamos la piel de distintos personajes diseminados por ellos. Cuánta frustración, impotencia y desesperanza he sentido en algunos momentos. Pero también, cuánta abundancia, respeto y poder he experimentado en otras ocasiones.


UNA TRAMA LLENA DE MATICES


Tras este contexto histórico, cultural y social, encontramos una trama llena de matices. Para mí, lo más meritorio de esta obra es precisamente el laberinto en el cual nos adentra el autor y del que no nos deja salir hasta que comprendemos la mente de nuestros protagonistas, el gran giro argumental final y el propio título de la obra. ¡Ojos como platos! Aplaudí muchísimo el libro cuando llegué al final. José maneja en todo momento una serie de misterios e historias paralelas que no sabes en qué instante van a explotar delante de nuestra cara. Como os dije en el párrafo anterior, un personaje de cada estrato social nos presentará sus vicisitudes y como buena novela coral (no en cuanto a estructura narrativa, sino argumental), todos tendrán un papel predominante en el desenlace. 

Dos niños llegarán a la capital del Imperio Gupta, sin nada en los bolsillos, pero con una idea fija en la mente. El Emperador nos abrirá las puertas a su nuevo periodo de paz interior, pero albergando aún muchos fantasmas del pasado. Los chandalas nos enseñarán el oficio de incinerar cuerpos, y alguna que otra heroicidad más. Y los maestros nos hablarán de una forma de entender el mundo definitiva para nuestra trama.

Foto realizada por La Reina Lectora

UN PEQUEÑO CONTRATIEMPO


A pesar de todo, es extraño describir de manera global esta novela porque el viaje ha sido suave, sin sobresaltos. La carretera no tenía marcadas curvas ni una velocidad exagerada. Se podría decir que la lectura ha sido un poco plana, más allá de los sentimientos que se despiertan a causa de leer ciertas atrocidades, injusticias o derivados de la incapacidad de comprender la rigidez de algunas creencias. Me he sentido cómoda, y no sé hasta qué punto me gusta sentirme cómoda leyendo un libro. Un libro tiene que zarandearte. 

Pero el párrafo anterior puede ser invalidado por el hecho de que José Vicente Alfaro ha encontrado otras maneras de zarandearnos. Hay un fascinante final, un fascinante sentido general del libro y un delicioso recorrido literario por una radiante cultura que acoge, a su vez, a carismáticos y bien perfilados personajes. Una obra maestra por la cual te deslizas casi sin esfuerzo. Curiosa y genial alquimia. 

'Om'

UN LABERINTO DE PÁGINAS


En conclusión, este libro sólo tiene cosas buenas. El lector se verá, sin darse cuenta, inmerso en el laberinto de sus páginas, intrigas, y contexto, hasta verlo finalizado. Sin sobresaltos, pero con la sensación de que tenemos en todo momento una bomba de relojería en nuestras manos. Didáctico y entretenido. ¡Chapeau