Hace mucho tiempo que no encuentro una novela de fantasía como la que voy a presentar a continuación. Corazones de hiedra de Jaime Sánchez-Crespo se acaba de colar entre las mejores obras de mi 2020.

Corazones hiedra Jaime Sanchez novela fantasía

Jaime publicó Corazones de hiedra el pasado verano durante el Premio literario de Amazon, un concurso que no suele apostar mucho por la fantasía, pero que se va a arrepentir como continúe con esa manía porque lo que esconden muchas de estas novelas es material de best seller

La obra de Sánchez-Crespo tiene una sinopsis extensa que nos habla de dos épocas distantes en el tiempo: 1990 y 2019. En ella, nos adelantan que un joven llamado Adrián sueña con un mundo mágico con el cual está directamente relacionado y, también, nos presenta a un atípico investigador privado, Héctor, al que acaban de hacerle un encargo igual de atípico: encontrar a dos gemelos que fueron robados al nacer. Pero, ¿qué tienen que ver estas dos personas de épocas distintas con la impactante escena que abre la obra? Una escena que comienza con la frase «Vuestra hija está muerta» y que nos remite a un lugar lejano, antiguo, llamada Gaedramar, gobernado por reyes y hechiceros, en donde habitan las Sombras, seres pálidos con un corazón que asoma en el pecho y que son entrenados para matar desde su nacimiento.

He leído muchas novelas de fantasía en mi vida como para asegurar que a Jaime no se le escapa ni un solo detalle en el worldbuilding, algo que deduje de inmediato con «Cosecha lunar», el primer capítulo del libro. Ha cuidado la forma de expresarse de los personajes en cada uno de los mundos y tiempos (aunque he identificado algún que otro pequeño desliz) y ha creado unos magníficos escenarios a través de poderosas descripciones. La parte de fantasía es mi preferida, sin duda, gracias a la prosa del autor y a su capacidad para recrear paisajes. 

Tenemos tres grandes líneas argumentales: Gaedramar y las Sombras (con personajes muy importantes dentro de esta historia), Adrián y sus sueños y la investigación de Héctor. Tres historias que se van alternando de manera abrupta, pero integrada en el cuerpo general del libro, y que mantendrán al lector pegado a las páginas.

Señalo las líneas argumentales porque temo estar haciendo excesivo hincapié en la parte fantástica y no hablar de otro componente con mucho carácter de la historia: el pequeño thriller que se enreda entre las líneas argumentales como hiedra en plena expansión. Y me refiero a él como pequeño porque creo que en general todo nos lleva a una historia de fantasía, pero esta no puede ser la única protagonista porque Héctor y su investigación son una parte del libro tan adictiva que no puede pasar desapercibida. 

Otro punto a favor de Corazones de hiedra es que es difícil predecir qué va a ocurrir. Con escenarios tan dispares, puedes hacer tus cábalas, pero será una jodida quiniela. 

Los personajes están llenos de manías, de psicología propia, de mundo interior y ha conseguido encender un alma en cada uno de ellos dependiendo del ambiente en el que se muevan. Además, los que pertenecen al mundo fantástico están inmersos en un folclore propio, de manera que Gaedramar tiene sus propias leyes, sus propias leyendas, sus tradiciones,... Y me parece importantísimo ofrecer una historia dentro de la propia historia de ficción a los personajes, de manera que tengan un pasado a nivel personal y a nivel general.

Corazones de hiedra es la obra de un escritor, Jaime Sánchez-Crespo, que derrocha talento, imaginación y destreza. Está a la altura de conocidas novelas como El nombre del viento y es capaz de coquetear sin miedo con otros géneros como el thriller, así como incluir localizaciones con nombre propio como Madrid, sin que esto reste un ápice de su esencia fantástica. No sé por qué no se ha convertido ya en la mejor novela de fantasía de 2020.