¡Hola a tod@s! Como veis, últimamente vengo más a menudo por aquí, y no sólo se debe a que las abducciones de la Reina Lectora se incrementen, sino a que en verano leo más que nunca y por tanto, tengo un montón de cosas que contar. El verano es la mejor época para leer, y más si se trata de un verano como este, cargado de efemérides bélicas: el 80 aniversario del comienzo de la Guerra Civil española, o distintos episodios de la Primera Guerra Mundial, como es el caso de la Batalla de Verdún, que cumple este año su centenario.
Precisamente al hilo de la Gran Guerra y su amplia temática, es especialmente apropiado el cómic del que quiero hablaros: Silas Corey. El Testamento de Zarkoff, segunda entrega de las aventuras del héroe creado por Fabien Nury y Pierre Alary, que de la mano de Dibbuks (aquí) se hace hoy un hueco en nuestra Biblioteca Real.


¿Por qué decidí leer Silas Corey? La verdad es que no conocía a este personaje, de reciente incursión en el mercado nacional, así que mi primer contacto con él fue ya en su segunda aventura (la última por el momento). La portada llama la atención desde luego, y es probable que la hayáis visto últimamente en la sección de cómics de vuestra librería, con esa dualidad cromática gris y verde, sobre fondo blanco, que resulta tan atractiva. Hay que decir que esto es una tónica habitual en la serie, pues también sucede en el primer tomo, que es igualmente llamativo.

Hojeando posteriormente, me gustó mucho el dibujo de Pierre Alary, y la forma en que recrea las distintas atmósferas anímicas mediante el uso del color. Si debo ser sincero, en un primer momento no presté mucha atención a la sinopsis argumental. Sólo leí que la acción sucedía en los últimos días de la Primera Guerra Mundial, y eso para mí ya es suficiente. Sin embargo, el guión traza un círculo perfecto, y es el punto fuerte de esta serie, y además combina muy hábilmente elementos históricos y de ficción. Ahora os cuento más detalladamente, pero a mí me parece que tiene potencial para convertirse en un clásico del cómic europeo.

¿Cómo es la lectura de este libro? Silas Corey es un personaje sumamente interesante y bien construido. No se trata de un agente secreto ni de un investigador privado, pero tiene similitudes con ambos arquetipos. Hay momentos en que recuerda a un Sherlock Holmes, un erudito adinerado, que se codea con las élites acompañado de su fiel sirviente, y hay otros momentos en que se asemeja más a un James Bond que se embarca en misiones secretas cuyo objetivo parece ser tambalear los cimientos del orden mundial. Sin embargo, Silas Corey es una mezcla de todo eso y además, es un pretendido antihéroe, un canalla que parece preocuparse sólo por el dinero, un mercenario que, no obstante, se cuestiona el porqué de su misión, y no duda en hacer sus propias averiguaciones sobre los personajes en juego. Y con estos ingredientes sobre un tablero de ajedrez como el que quedó al final de la Primera Guerra Mundial, y que Fabien Nury ha sabido captar tan bien en su historia, podéis haceros una idea de lo trepidante que resulta la lectura.

La aventura comienza el día que termina la Primera Guerra Mundial, y se desarrolla entre una Francia exultante y victoriosa y una Alemania abatida y humillada, pero más preocupada ya por frenar la expansión del bolchevismo que por las consecuencias de la guerra. Es en este contexto donde Fabien Nury combina magistralmente historia y ficción, para representar la forma en que el país germánico reaccionó a la derrota en la Gran Guerra con un exceso de patriotismo y culpabilizando a los “traidores” bolcheviques que se habían rebelado contra el káiser, acusándoles de provocar la debilidad alemana. En este clima, sus personajes se entrelazan, contribuyendo a gestar la semilla de la que pronto surgirá el ultranacionalismo naziEs precisamente este trasfondo histórico, donde la ficción que construyen Nury y Alary, cobra mayor relevancia, porque documenta un capítulo de la historia poco conocido: la Revolución de Noviembre de 1918, que tuvo lugar al final de la Primera Guerra Mundial, en una Alemania socialmente exhausta, que se revela contra la monarquía y el sistema que sigue enviándoles a luchar a una guerra perdida. El bolchevismo se extenderá por Alemania, forzando la caída del káiser Guillermo, y posteriormente, la creación de la República de Weimar, como una forma política para frenar la expansión de las ideas socialistas, pero a su vez, fomentando una ideología ultranacionalista de la que se nutrirá el nazismo. De hecho, en años posteriores, los nazis justificarían que la "poderosa" Alemania tuviera que claudicar ante la "débil y decadente" Francia en la Primera Guerra Mundial, porque la nación fue “traicionada” por aquel levantamiento popular de noviembre de 1918.

¿Volverías a leer algo de Fabien Nury / Pierre Alary? Tanto que, de hecho espero poder hacerme pronto con el primer tomo de la serie. Ya os digo que la impresión ha sido muy buena, el guión que ha diseñado Fabien Nury es muy minucioso, realmente a la altura de una historia tan fascinante como la que alumbró uno de los episodios más trágicos de la Historia. Personalmente, me parece que dotar a una ficción de trasfondo histórico, no sólo hace que la trama sea más sólida, más creíble para el lector, sino que éste puede vivirla, y por tanto, disfrutarla mucho más.

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Atentamente, Javier Arroyo.
Historiador, ilustrador y diseñador gráfico.