¡Última reseña del mes! Despedimos octubre de una manera muy sana, o al menos, consciente. Advierto que éste no es un libro de dietas alimenticias, así que no salgas corriendo. A mí tampoco me gustan las restricciones, ni prohibiciones, ni que me obliguen a comer piña una vez al día. Este libro toca un ámbito donde yo me muevo como pez en el agua: la mente. Así pues, tengo que contaros qué me ha parecido. A continuación, os hablo de La Dieta Q, editado por HarperCollins (aquí).



¿Por qué decidí leer "La Dieta Q"? Como bien os dije al principio de la reseña, hay demasiadas lecturas que nos dicen qué leer, pero no nos dicen cómo debemos sentirnos respecto a la comida. Ningún libro nos ayuda a relacionar nuestros sentimientos y emociones con nuestros hábitos alimenticios. Este libro sí. Y como psicóloga y naturópata, no podía dejar pasar la oportunidad de aprender más sobre esto.

¿Cómo es la lectura de "La Dieta Q"? Este libro se estructura en tres grandes bloques. 

En un primer bloque, nos permite tomar consciencia de qué es la alimentación emocional y nos ayuda a averiguar si nosotros mismos somos comensales emocionales. Alude a términos como Inteligencia Emocional y otros conceptos derivados de investigaciones científicas. De hecho, la propia autora nos muestra experimentos reales desarrollados con sujetos voluntarios en distintos países que prueban los conceptos que nos cuenta en el libro. Bien, en mi opinión, las cifras y las investigaciones siempre me han parecido tediosas de leer. Es necesario para probar la validez de lo que nos dice, pero desde mi punto de vista también deshumaniza un poco la comunicación. Pero esto es una opinión personal: a mí me aburre leer experimento tras experimento, y me ha ocurrido toda la vida. En psicología parece que tenemos la necesidad de dar crédito a nuestras técnicas a través de enumerar muchas pruebas y datos, cuando realmente, la mejor manera de darnos crédito es decir: hazlo y comprueba que funciona

Si eres un comensal emocional, Susana va más allá y te propone el método de la triple A, una herramienta formada de tres partes que te ayuda a pausar, entender qué está ocurriendo y ponerle solución. Durante toda la lectura, tenemos recuadros con anécdotas o información adicional que puede resultar bastante útil, y por supuesto, nos encontraremos con muchas experiencias reales de sus propios clientes. Me gustaría señalar que a pesar de ser un libro para perder peso, muchas de sus enseñanzas son aplicables a otro tipo de problemas, sobre todo las adicciones. Sin embargo, en relación a la comida, me cuesta más imaginarme un escenario diferente a la pérdida de peso (por ejemplo, si alguien necesitase lo contrario: ganar peso), porque está muy enfocado, con ejemplos muy concretos a este objetivo (lo cual es estupendo, porque es lo que vende y promete el libro).

Hay tablas, gráficas y tests. Todo muy didáctico, excepto los tests. Creo que las instrucciones son poco claras y la forma de puntuar también. Yo me he visto muchas veces sin saber muy bien cómo usarlos. Además son bastantes genéricos. Aún así, es interesante este recurso como guía, muy general, y ¡a todos nos gusta rellenar test sobre nosotros mismos!

El segundo bloque me parece el más interesante, porque nos cuenta las barreras que tenemos a la hora de llevar una alimentación sana. Si nos muestran los obstáculos, es más fácil verlos, ¿verdad? Además, aquí la autora se explaya muy clarito y da gusto leerla. El último bloque son las herramientas propiamente dichas, que podrás poner en marcha en cada etapa de la triple A, para cambiar tus hábitos alimenticios de una manera consciente.

Alguna que otra pega que pongo, por propia metodología personal, es que a veces parece que habla en forma de eslogan continuo ("Si piensas así, tendrás éxito. Tú puedes cambiar tu vida. Cree en ti"). Yo creo que si alguien transmite algo desde el corazón, no hace falta usar frases Mr. Wonderful todo el tiempo. Pero es una forma de motivar como otra cualquiera, no apta para quisquillosas como yo. 

En general, es un libro muy interesante para cambiar nuestra forma de ver la alimentación. Esta autora no nos dice qué comer, sino qué procesos emocionales y cognitivos se ponen en marcha  al ahora de comer. De hecho, rechaza las dietas restrictivas (¡bien!). Pretende ser didáctico y sincero, así que ya queda en manos del lector aplicar lo aprendido y ver cuáles son los resultados.

*Consejo personal: Es mucha información, así pues, recomiendo hacer varias lecturas de este libro, o bien ir tomando anotaciones que puedas releer tranquilamente una vez terminado. Manejar tantos datos y empezar a aplicaros, es complejo. Si quieres usar este libro como guía para cambiar tu alimentación, no te agobies, simplemente toma aquellos elementos que conecten contigo y úsalos en tu rutina poco a poco. Lo mejor de la psicología es ser capaz de hacerla tuya, a tu manera, y en tu propio mundo.


¿Volverías a leer algo de Susan Albers? Es posible, pero en otro momento. Los libros de "auto-ayuda", por decirlo de alguna manera, nos dan tanta información que leer varios de seguido puede llegar a saturarnos. Me gustaría volver a releer las notas que he tomado de La Dieta Q y asentar conocimientos antes de seguir indagando en esta autora.

¡Espero tu opinión!

Y si alguna vez te animas a leer este libro, podemos comentarlo junt@s y resolvernos dudas.