Adriana Florez tiene un ambicioso proyecto entre manos: conseguir luchar contra la xenofobia y la discriminación. Ella es una mujer colombiana, residente en España, que ejerce como médico. Sin embargo, hasta llegar hasta aquí, sufrió diferentes comportamientos que ahora ha querido poner sobre el papel no como forma de terapia, sino como mensaje y como ayuda para otros. Su libro, que ya está terminado y se encuentra en búsqueda editorial activa, trata muchos y diversos temas conscientes e inconscientes que tenemos que comenzar a sanar como sociedad y como individuos.
Adriana, ¿por qué necesitamos hablar
de racismo, xenofobia y discriminación?
Porque al
no darle voz seguimos siendo parte del problema y no de la solución. La
sociedad en la que vivimos prefiere asumir que no sucede porque en la
actualidad estaría mal visto aceptar que seguimos participando de estructuras
sociales que discriminan al que es diferente. Así que nos comportamos como si
no existiera ningún problema, como si fuéramos una sociedad que vive el respeto
a la diversidad, cuando todos sabemos que no es así.
¿En qué momento se te ocurrió
trasladar todo eso al papel?
Siempre
me ha gustado escribir como método para aclarar mis ideas, intento poner todo
sobre el papel tal y como lo pienso y después lo releo para darle orden a las
mismas. Un día escribí sobre todo el proceso que me había traído aquí, cómo
había sido emigrar, dónde estaba ahora y si había valido la pena. Al releer lo
que escribí, sentí que compartirlo podía ayudar a otros a encontrar el camino
para sanar. Así nació mi libro.
Supongamos que yo he sido
discriminada, ¿cuál sería el primer paso para comenzar a sanarme?
Diría que
el primer paso es aceptar que has sufrido discriminación, en ocasiones pasamos
mucho tiempo en negación y por eso las heridas se van haciendo más profundas.
No es posible buscar ayuda para solucionar un problema que no hemos aceptado
que tenemos. Vivimos en una sociedad en la que hablar de la salud mental es un
tabú por lo que aceptar que necesitamos ayuda requiere valentía y esfuerzo, por
eso aceptar lo que te sucede es subir el primer escalón. El segundo es buscar
ayuda.
La palabra sanación parece muy
lejana de términos tan abstractos como racismo, sin embargo, sostienes en tu
libro, que esperamos que pronto encuentre casa editorial, que debemos sanarnos
de ello. ¿Te refieres a quien lo sufre o a quien lo ejerce?
Al que lo
sufre, no podemos evitar ser discriminados, no tenemos control sobre el que la
ejerce, por lo tanto, no podemos evitar que siga sucediendo. Lo que sí podemos
cambiar es la manera de cómo nos enfrentamos a estos eventos y el impacto que
tienen los mismos sobre nosotros, pero para lograrlo debemos sanar las heridas.
Cicatrizar. Porque si no se convierte en un continuo sin fin, es querer empezar
la casa por el tejado. No puedes marcar distancia y filtrar cuando la herida
sigue abierta.
Y si soy yo la que discrimino, ¿qué
debo hacer?
Bueno ya
habrías hecho la mitad del trabajo al reconocer que ejerces algún tipo de
discriminación. Uno de los problemas más grandes del que discrimina es que cree
que está haciendo lo correcto, que está defendiendo sus creencias y por eso no
tiene intención de cambio porque no cree estar equivocado. El segundo paso es
identificar de dónde provienen esas creencias y si son propias o históricas,
pero si lográramos que cada uno al menos reflexionara un momento sobre si
ejerce o no discriminación hacia algún colectivo, ya seriamos una mejor
sociedad.
¿Qué papel juegan las emociones en
todo esto?
Las
emociones son el conjunto de reacciones que se producen en respuesta a un
evento sea este real o imaginario. Abarcan todos los componentes del SER (la mente,
el cuerpo y la energía) y por eso son de una intensidad muy alta. Cuando nos
dejamos llevar solo por ellas perdemos la perspectiva y nos convertimos en
reactores. Es decir, emitimos respuestas de acuerdo con la emoción que
sentimos, sin mediar la respuesta que damos. Dando paso a respuestas sin filtro
y desviadas de los que somos en realidad.
¿Cómo podría ayudar tu libro en las escuelas e institutos?
La discriminación es casi una constante en el ámbito educativo, tanto la que ejercen los niños entre ellos como la que ejerces los profesores y los padres de familia. No somos conscientes del poder destructivo que tiene un comentario en una persona que está estructurando su autoestima. Cuando un profe te coloca una etiqueta, está anulando una parte de ti, pero más aun, te está haciendo creer que no puedes modificarla. Cuando un compañero de clase te discrimina por tu forma de vestir, de hablar o por tu raza te está aislando socialmente. Cuando un padre no invita a alguno de los niños a las fiestas de cumpleaños de sus hijos, está transmitiendo el mensaje al niño que no invitan de que no forma parte del grupo o que no merece compartir con el resto porque es diferente. La formación escolar debería girar en el respeto a la diversidad y para ello debemos aceptar la diversidad como la normalidad. Aún nos queda mucho trabajo por hacer en ese sentido.
Tu planteamiento es innovador porque
no solo expones el tema de la discriminación de manera ensayística, sino que lo
relacionas con otros muchos temas como por ejemplo las cargas que vamos
acumulando con el paso del tiempo. ¿Por qué es necesario hablar de cargas,
emociones e incluso merecimiento para tratar la discriminación?
Porque lo
que somos y lo que hemos vivido determina la capacidad que tenemos para
enfrentarnos a la discriminación. Nuestras cargas y nuestra falta de autoestima
pueden hacer que la discriminación tenga un impacto aún más nocivo en nuestras
vidas. Al plantearnos el problema de la discriminación sacando de la ecuación
al que discrimina, el proceso es solo tuyo y todo lo que puedas hacer para ser
y estar mejor te ayudara a ser más fuerte a la hora de enfrentarte al problema.
¿Cómo será tu futuro? ¿Seguirás
escribiendo más libros de índole social o te especializarás en este tema?
Seguiré
escribiendo sobre temas que afectan la salud mental de la población, temas de
los que se habla poco pero que afectan el día a día de cada persona.
0 Comentarios
¡Muy importante! Antes de rellenar el formulario de comentarios revisa nuestra política de privacidad. No comentes ni rellenes ningún formulario si no estás de acuerdo con ella.
G R A C I A S por leer mis publicaciones y querer compartir tu opinión conmigo. Eres muy importante en mi Reino.