Cuando entrevistas a una persona, tienes que tener unos cuantos datos de su biografía. Es por ello que sé que Marina G. Torrús nació en Madrid en 1971 y que trabaja como guionista desde hace más de veinte años. También sé que es coautora de once novelas infanto-juveniles dentro de una colección llamada El pequeño Leo Da Vinci. Pero cuando se entrevista a una persona, también hay que saber leer entre líneas.
Tuve el placer de conocer a Marina el mismo día que hizo la presentación oficial de su libro, Azul Venezia. Estábamos en el Casino de Madrid de la calle Alcalá y ella vestía un elegante vestido color burdeos. Nos acompañaba Gonzalo, su editor, y también Christian Gálvez, entre otras muchas caras conocidas. Un violín sonaba de fondo y una agradable calidez flotaba en el ambiente. Entonces, leí entre líneas.
Marina G. Torrús era una persona que cuidaba de los detalles, que te hacía sentir bien con su presencia, que quería expresar su agradecimiento antes que hacer promoción de su libro. Marina tenía una sonrisa que no se le borró durante toda la tarde-noche, un brillo especial en sus ojos y unas palabras dulces para todo el que se acercaba. Sensibilidad, elegancia y gratitud. Así definiría aquel encuentro y así es como siento su libro, lleno de sensibilidad, elegancia y gratitud. Pero como el libro esconde mucho más y seguramente que Marina también, voy a transcribiros en este post la entrevista que me permitió realizarle.
Azul Venezia, por lo que entendí durante la presentación del libro, surgió a raíz del viaje de luna de miel que realizaste con tu marido. La ciudad te cautivó a pesar de tus reticencias. ¿Qué es lo que más te gustó de ella para finalmente elegirla como escenario de la historia?
Desde el mismo momento en que bajé del tren, Venecia me sedujo absolutamente. La ciudad es un gran decorado real que derrama historias en cada uno de sus palacios, puentes, canales... Y cuando conocí la existencia del Ospedale della Pietà y, concretamente, la vida de “Las hijas del coro”, cantantes y músicas huérfanas con gran talento que dedicaban toda su vida a dar conciertos y a perfeccionar su técnica, apartadas del mundo, la historia empezó a dibujarse en mi cabeza y… ya no la pude parar.
¿Cómo fue el proceso documental para construir la historia?
Ha sido un camino complejo pero muy gratificante, sobre todo por que me ha dado la oportunidad de conocer gente muy sabia y generosa que ha prestado su ayuda. En cuanto a la “técnica” del proceso, partí de una base de bibliografía importante, y esto me llevó a buscar el detalle en diferentes archivos así como en entrevistas a historiadores, forenses, expertos en joyería, en pintura del siglo XVIII, fabricación de cristales, encuadernación, arquitectura, etc. indispensables para recrear el contexto histórico de la novela.
No es muy frecuente encontrar, en los libros ambientados en este periodo histórico, protagonistas femeninas que se salgan del papel de acompañantes o cortesanas. Es toda una declaración de intenciones que tu protagonista se salga de esos límites y tenga el papel nada menos que de forense.
Siempre tuve claro que la gran protagonista de ésta historia era una mujer, y una mujer con dificultades que fuera capaz de superarlas y crecer. Me pareció interesante que ella sintiera fascinación por la medicina forense, y también que un hombre –su padre-, fuera capaz de creer en el talento de su hija hasta el punto de, en pleno siglo XVIII, transmitirle todos sus conocimientos animándola a romper la barrera de lo convencional para llegar a ser doctora.
¿Crees que en la literatura, en general, haría falta ser más valientes a la hora de atribuir papeles a las mujeres?
Creo que hoy en día todos coincidimos en que hay que atribuir más papeles a las mujeres en general. Y en la literatura, lógicamente, también.
La música tiene un peso fundamental en Azul Venezia, ¿qué significa para ti la música?
La música es energía transformadora, me cuesta entender la vida sin música. Me ha acompañado desde muy niña, cuando mi padre ponía zarzuelas y piezas clásicas en un viejo tocadiscos blanco y gris, con vinilos que cuidábamos con devoción para que no se rayasen. La música te transporta a otros mundos, cambia tu estado de ánimo, impulsa y reconforta. He escrito Azul Venezia escuchando determinados temas, no solo de Vivaldi y el Barroco. Por ejemplo, para escribir el capítulo 64, oía una y otra vez el violín de “Meditación” de la ópera “Thais”, porque imaginaba que una melodía muy parecida, si no la misma, envolvería a Caterina y el capitán en ese momento clave de la trama.
Tienes una amplísima experiencia como guionista. ¿Te ves guionizando la adaptación al cine de Azul Venezia?
Me encantaría, desde luego.
Dejaste caer, durante la presentación, que habrá algún que otro proyecto en donde Caterina y Alfonso volverán a aparecer… ¿Nos regalas alguna pista más?
Solo te puedo decir que sería estupendo volver a coincidir con la anatomista flacucha y el capitán Guardi y ver cómo se enfrentan a nuevos retos.
Hay muchos escritores que leerán esta entrevista. ¿Qué consejo les darías para conseguir publicar una novela con un sello tan importante como Suma de Letras?
Que nunca pierdan la confianza en sí mismos. Que muevan su obra con alegría y orgullo. Que se dejen el alma en lo que escriban y que trabajen con intensidad, porque el lector se merece un cien por cien de ellos.
También habrá muchos lectores pendientes de esta publicación. ¿Qué palabras te gustaría dedicarles?
Que deseo de todo corazón que les guste Azul Venezia, que les trasporte a una ciudad de luces y sombras, que naveguen sobre las aguas de sus canales, que acompañen en esta historia de misterio a los investigadores protagonistas y sobre todo, que se entretengan.
A día de hoy, el libro de Marina G. Torrús ya alcanza su segunda edición y está recolectando muy buenas críticas con sus giros, secretos y juego de apariencias. Características todas ellas que encontraremos dentro de la trama.
Gracias a Marina por esta entrevista. Y gracias a ti, lector, por compartirla.
2 Comentarios
Hola Eva, enhorabuena a ambas. A tí por esa maravillosa entrevista, y a Marina por esa labor profesional tan importante y porque coincido con ella en la importancia del papel de la mujer, un papel fuerte y luchador.
ResponderEliminarBesos :D
Pues tiene muy buena pinta, y me gusta eso de que una mujer quiera ser forense en el siglo XVIII. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn besazo
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