Cabeza, corazón y manos es un libro de transformación personal a través de un programa de mentoring creado y escrito por Álvaro González Alorda, socio director de emergap, una consultora especializada en trasformación de organizaciones. Ha sido editado por la editorial Alienta.

Cabeza, corazón y manos de Álvaro González Alorda es un libro diferente. No se puede definir como un manual de instrucciones propiamente dicho, ni tampoco como una novela de ficción. En él se simula una interacción cercana a la realidad entre un mentor online y una alumna para trabajar aspectos personales y profesionales de esta última. Ella es una high-potential en su empresa, pero una juniority en su vida personal. ¿Y nosotros? ¿Qué somos nosotros?

Libro sobre mentoring


UNA ARDILLA EN BUSCA DE UN MENTOR.


«Sara es rápida como una ardilla, apasionada y algo dispersa». Esta la primera frase de la sinopsis de Cabeza, corazón y manos para presentar a Sara, la protagonista. Gracias a Sara, la historia no es un mero manual de técnicas, sino, en cierta manera, una historia. Sara será también nuestra moraleja en cada tramo del libro, pues es un crudo ejemplo que representa a alguien con altos niveles de éxito en su trabajo, que, sin embargo, tiene una vida desorganizada laboral y personalmente que le dificulta no solo culminar la cima, sino también su propia vida.

Entonces aparece Oliver, un mentor online exigente. Todos conocemos el significado del concepto «mentoring» y estamos más o menos familiarizados con él. De hecho, a muchos nos haría falta un Oliver en nuestra vida, pero ponernos a prueba es duro y exponernos a que nos digan las verdades a la cara, lo es más. Así pues, de alguna forma, Álvaro Gozález Alorda nos quita un peso de encima al permitir que sean Oliver y Sara quienes se midan entre ellos, se analicen y se responsabilicen de sus procesos. 

OLIVER Y SARA ME REPRESENTAN, PERO NO ME DESCUBREN.


Hay libros que apelan directamente al lector, y suelen tener cotas altas de abandono porque nos vemos descubiertos en nuestras miserias. Oliver y Sara nos dan un respiro porque aunque podríamos ser ellos, ya que, aunque nos representan, en realidad, no somos ellos, y nuestro inconsciente se queda tranquilito y se permite recoger la información que necesita.

La relación entre Sara y Oliver se desarrolla a través de mensajes de e-mail, notas de audio y una breve quedada en Madrid para desvirtualizarse. La personalidad de ambos se perfila muy bien y en todo momento, queda claro que cada uno tiene su propia vida, lo cual le otorga bastante realismo al libro.  

Lo primero que Oliver hace es alentar a Sara para que analice su personalidad, a través de la prueba DISC. Desde ese momento, podemos comenzar a ver trocitos de nuestra propia vida en ella, pero no pasa nada porque, repito, nos escondemos tras el personaje y podemos seguir leyendo. 

LO PROFESIONAL ESTÁ ÍNTIMAMENTE LIGADO A LO PERSONAL.


Aunque no es un libro de autoayuda como tal, ni tampoco lo considero, como reza su subtítulo, de transformación personal, sí que aplica una filosofía más humanista para entender las necesidades profesionales de las personas dentro de una empresa o en su vida laboral. El libro hay que abordarlo desde una perspectiva profesional y extraer de él el mensaje de que, al final, lo profesional está ligado íntimamente a lo personal.

De hecho, esta es una de las razones por las cuales este libro se coloca entre mis preferidos de autodesarrollo. El individuo siempre debe empezar por sí mismo. Sara, la protagonista, lleva años volcada en su carrera profesional, viajando de un sitio a otro, quitándose horas de sueño para responder e-mails, echando mano de la multi-tasking, olvidando lo que es liderar y gestionar a un grupo de personas. Cuando la persona se olvida de ella misma, de alguna manera, también se olvida del resto de individuos. La meta a veces nos aleja del medio, y el medio está hecho de carne y hueso.

Oliver, a través del mentoring, le ayuda a aterrizar apelando a tres partes del cuerpo humano: cabeza, corazón y manos.

TRES PARTES DEL CUERPO HUMANO: CABEZA, CORAZÓN Y MANOS.


Álvaro González Alorda se ha convertido en un equilibrista. Ha trabajado un libro con dos personajes muy reales gracias al amplio léxico profesional que maneja y que nos sumerge de lleno en un entorno laboral, en un proceso de mentoring e incluso, en un sistema de excelencia aspiracional. Charlas TED, hacer un MBA, ser un high-potential, mentefactura, inbox... Es parte de la jerga que encontraremos en este libro, pero también hay términos muchos más mundanos y cotidianos. Personalmente, me gusta mucho que el autor nos sumerja de lleno en el vocabulario de empresa dando por hecho que lo vamos a entender. Gracias a Álvaro por la presunción de cultura general

Por otro lado, el autor hace equilibrismos al querer conjugar tres partes de nuestro cuerpo que rara vez están en consonancia: cabeza, corazón y manos. Si ya hay una eterna lucha entre la cabeza y el corazón, bajar los acuerdos mutuos de estos a las manos, es una tarea muy difícil. Y me gusta que González Alorda haya sacado este tema. La mayoría de libros de autodesarrollo apelan a la mente o a los sentimientos, pero también es muy difícil concretar las acciones. Desde que he leído el libro me pregunto a mí misma: «¿Estoy bajando esto a las manos?» «¿Cómo puedo bajar esto a las manos?»

EL HÁBITO DE LA LECTURA COMO UNA HERRAMIENTA FABULOSA.


No puedo terminar esta reseña sin hacer referencia al enorme hincapié que se hace a lo largo del libro sobre el hábito de la lectura. Para Oliver, y deduzco que por ende, también para el autor, la lectura es una herramienta fabulosa para cultivar muchas de nuestras habilidades. Y es que el propio Álvaro González se reconoce como autodidacta. En la introducción nos explica cómo e 2017, se tomó un año sabático, se fue a Boston, se registró en la Baker Library y leyó docenas de libros por las  mañanas y por las tardes. De forma velada, el autor hace cierta crítica a la «titulitis» que nos persigue hoy en día y anima a que cada cual aprenda a través de la mejor herramienta que tenemos a nuestro alcance: la lectura.

Además, una de las primeras reprimendas de Oliver a Sara será a causa de la ortografía, una carta de presentación necesaria. Personalmente siempre he pensado que la ortografía no es una lección, sino una obligación. Hay que cuidarnos también en ello. 

LA TRANSFORMACIÓN DE UNA SOLA TARDE DE MENTORING.


Aunque ya he dicho que no considero el libro como una lectura plenamente de transformación personal, sí que me quedo con la palabra «transformación» flotando en mi mente gracias a la tarde de mentoring que te ofrece este libro. Eso es lo que necesitas para leerlo: solo una tarde. Y esto es lo que puede suceder: una transformación. 

Recomiendo encarecidamente Cabeza, corazón y manos, de Álvaro González Alorda por su dinámico e interactivo formato, por lo real y transformador que es, y por las buenas recomendaciones que encontraremos en sus páginas, pudiendo asistir a todo ello entre bambalinas, sin exponer nada de nosotros, pero descubriendo mucho de uno mismo.