Toni Hill es ya un autor consagrado en novela negra en nuestro país. Comenzó su andadura literaria con El verano de los juguetes muertos (Debolsillo) y, desde entonces, no ha parado de sorprendernos. Su última novela, El oscuro adiós de Teresa Lanza, vuelve con una historia dentro del género negro en donde la muerte, en esta ocasión, es un inquietante principio. Para mí, además, es de las novelas con más dosis de actualidad que tiene en su repertorio.


Toni, ¿dirías que El oscuro adiós de Teresa Lanza es una de tus novelas con más dosis de actualidad?

Probablemente sí. La idea al escribirla era que, en la diversidad de personajes, pudiera verse un retrato de dos clases sociales muy diferenciadas, pero a la vez reflejar algunos temas candentes, como la inmigración, el poder de las redes sociales o el feminismo posterior al #metoo. 


¿Qué temas trata la novela, así a grandes rasgos?

La novela aborda un tema fundamental, la posición ante la muerte, desde varias perspectivas distintas. Tenemos una suicida, Teresa Lanza, y nos preguntamos por qué hizo lo que hizo, qué factores desencadenaron su misteriosa muerte. Además, la novela hace hincapié en las relaciones entre personas que pertenecen a distintos estatus económicos, y en las contradicciones que estas siguen generando.


A pesar de haber escrito El oscuro adiós de Teresa Lanza durante la pandemia, no encontramos en ella ningún rastro de la misma. ¿Se te pasó por la cabeza en algún momento escribir sobre la situación mundial o tenías claro que querías alejarte de todo esto?

La verdad es que los tiempos de la novela estaban cerrados y el final se produce el 1 de febrero de 2020, cuando la pandemia era algo que aún veíamos lejos. No me gustó la idea de señalar lo que vendría ni venía a cuento en lo que quería contar en esa conclusión de la historia, así que opté por no mencionarla.


Si hay algo que parecen descubrir tus novelas es que todos tenemos secretos, seamos quienes seamos, provengamos de donde provengamos… ¿Qué opinas?

En realidad todos los tenemos, aunque se trate muchas veces de secretos completamente inofensivos. Ni siquiera llegamos a conocer los de nuestras parejas o nuestros amigos. Todos deseamos mantener ocultas algunas cosas de nosotros mismos, ya sea por pudor o para mantener una cierta dosis de intimidad a salvo de miradas y opiniones ajenas.


¿Cómo has sentido la acogida de El oscuro adiós de Teresa Lanza?

Lo cierto es que ha sido muy buena en líneas generales. Creo que, por un lado, con los años he conseguido un número de lectores fieles que disfrutan con mi manera de contar las cosas y con la mirada que lanzo a la realidad; también se han incorporado lectores nuevos, claro, a los que hay que seducir para que sigan ahí.


Teresa, la protagonista de tu novela, es hondureña y se dedica a tareas que parecen más propias de la clase inmigrante, como limpiar casas. ¿Crees que hemos avanzado algo como sociedad para superar el racismo? ¿Este tipo de repartición de labores es un rasgo del racismo?

No sé muy bien si es un rasgo de racismo, yo hablaría más bien de clasismo. Las antiguas chachas o asistentas no eran latinoamericanas, y no creo que la relación entre ellas y sus «señoras» fueran muy distintas. Lo que está claro es que estamos más acostumbrados a ver a una chica latinoamericana que trabaja en una casa, ya sea limpiando o cuidando ancianos, que desarrollando otro tipo de empleo más cualificado. Todo cambiará con el tiempo, eso es evidente, porque los hijos e hijas de estos inmigrantes ya tendrán otro tipo de empleos y más poder económico.  


Al hilo de lo anterior, ¿cómo crees que la literatura puede contribuir a superar el racismo u otras tendencias poco recomendables que tenemos como sociedad?

Sinceramente, no creo que la función de la literatura sea aleccionar a nadie. Sí me gusta su papel de mostrar una realidad y, a través de la ficción, lograr que la gente reflexione sobre su realidad o se plantee cosas que no se les habían ocurrido antes. 


Dado que mi web es visitada por muchos escritores, ¿qué consejo les darías para que su manuscrito suscitase el interés de una editorial?

Bueno, yo sigo pensando que lo primero que llama la atención de un editor es una buena escritura y un proyecto bien pensado, en el que se nota que el autor o autora han invertido tiempo. Saber lo que se quiere contar y cómo hacerlo, y luego dirigirlo a sellos editoriales que encajen con el tipo de novela que se ha escrito. 


Y, en general, ¿qué mensaje te gustaría mandarles a todos los escritores que buscan cumplir su sueño y ver publicada su novela?

Si me permites, y a riesgo de que me malinterpreten, el sueño no debería ser publicar la novela sino escribirla bien. Y eso no es tanto un sueño como una combinación de muchas lecturas previas, un poco de talento natural y muchas horas de trabajo. Algo que, con problemas, dudas e interrupciones, depende mayormente de uno mismo. Una vez uno ha alcanzado esa meta, terminar la novela y sentirse satisfecho del trabajo realizado, puede encarar esa segunda parte: darla a conocer. El éxito en ello, en cambio, depende de muchos factores externos y puede generar frustraciones, esperas eternas, etc., pero lo que nadie podrá quitarle ya es la satisfacción principal de haber logrado explicar esa historia que llevaba dentro. 


Entrevista a Toni Hill, autor de El oscuro adiós de Teresa Lanza.


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