Hoy estoy muy disgustada con Amazon y sinceramente, no me apetece hacer una reseña en apoyo al Premio Literario que convocan, pero la escritora que nos ocupa no tiene la culpa de nada y por ello, quiero exponer aquí mi opinión sobre su fantástico libro. Pero lo hago por ella, porque los escritores se siguen mereciendo todo nuestro apoyo. Sin embargo la plataforma de Amazon... Ya es otro cantar. Estoy decepcionada con ellos porque invierto mi dinero en adquirir libros del Premio Literario 2018 y después, retiran las valoraciones que dejo en algunos de ellos... Y no solo me ocurre a mí, es una cosa bastante extendida. Sin embargo, nunca les he visto bloquear una venta. ¡Oh! ¡Sorpresa! Los libros sí me los cobran, pero la opinión deciden anularla. En fin, estoy en proceso de que arreglen este pequeño percance. De no ser así, hablaremos más largo y tendido sobre esto :) Ahora, vamos a centrarnos en Lara Rivendel y en la obra que presenta al concurso: Gara y la isla de San Borondón


Desde pequeña, una de mis heroínas preferidas de Disney siempre ha sido Pocahontas. Admiraba la conexión que esta mujer tenía con la naturaleza y cómo se enfrentó a los conquistadores que querían arrebatársela. Imaginaos cuál fue mi sorpresa al prever, tras leer las primeras páginas del libro, que Gara y la isla de San Borondón era un claro retelling de la historia de Pocahontas. Para quienes no estéis relacionados con el término, os diré que un retelling consiste en crear una historia basada en otra historia conocida. Es darle un nuevo formato a un hilo argumental famoso. Desconozco si la intención de la autora era hacer un retelling o no sobre la historia de Pocahontas, pero yo lo he entendido así.


Fuente: Google
Gara y la isla de San Borondón destaca por tres grandes componentes: el amor, la ambientación y el realismo mágico. El eje central de la novela es la historia romántica que se desarrolla entre los protagonistas, que responden al rol de conquistador y conquistada, respectivamente. De repente, un ambicioso constructor decide que va a crear un parque temático en una de las islas menos conocidas de las Islas Canarias, la Palmita. Para ello, tendrán que alterar toda la geografía de la isla. Entre su equipo se encuentra nuestro Jonh Smith, un vulcanólogo que tiene que evaluar la peligrosidad del volcán de cara al establecimiento del parque temático. Pero lo que no esperaban encontrar en dicha isla, es un oráculo ancestral, hasta el cual viajan muchas parejas, capaz de prever el amor eterno entre dos personas. La encargada del oráculo será Gara, una mujer de apariencia salvaje que no cree en el amor pero sí en su tierra. Y esta Pocahontas no está dispuesta a que nadie destruya su entorno

Desde un primer momento, el oráculo predice que nuestros protagonistas tendrán un vínculo de amor eterno, y ninguno lo rehusará. A pesar de tener un alto componente romántico, no me ha parecido una novela empalagosa gracias al tono irónico y distendido que Lara usa durante toda la narración. Creo que nuestro Jonh y nuestra Pocahontas son una pareja entrañable y divertida, con una chispa más potente que la del propio volcán de la Palmita.



La naturaleza y el mundo animal juegan un papel muy importante, ya que la novela también está lanzando un mensaje ecologista. A través de una potente ambientación, y de descripciones precisas, nos recorreremos la isla, escalaremos el volcán y transitaremos por cuevas sintiendo todos los elementos de la Madre Tierra. Desde el minuto cero, sabremos cuál es nuestro bando, porque el lector tampoco querrá permitir que nadie destroce aquel enclave único. Y para que todo sea aún más entrañable, nos acompañarán dos felinos peludos y una tortuga. ¿Quién puede resistirse a esto?

Por último, el realismo mágico es palpable porque aparecen muchos momentos de conexión mágica inexplicable que los personajes aceptan como algo normal. Me encanta cuando una novela es colorida y tiene un poquito de polvos de hadas, de pequeños guiños ilógicos que hacen de ese punto de la historia un país de las maravillas. 

Sin embargo, esta novelita también tiene otros puntos más débiles. Entre ellos, que todo se sucede de una manera muy simplona. Tenemos la sensación de que vamos hacia delante y de que todo se va resolviendo a veces incluso de manera infantil. Muy sencillito. Por otro lado, me hubiese gustado que estuviese mejor maquetado... Lo adquirí en papel y desluce mucho una maquetación sin justificar. Pero estos dos pequeños componentes más negativos, no han evitado que puntúe a este libro con 4/5 y que le haya tomado un cariño especial. 


¿Qué os ha parecido? ¿Qué libros del Premio estáis leyendo?