¡Qué buen día has elegido para pasarte por mi blog! Porque hoy posiblemente tengo entre mis manos algo muy grande. ¿Sabes? Me gusta la literatura, disfruto enormemente de ella, pero soy bastante crítica. Para que un libro me entusiasme y consiga crear en mí un compromiso para con él, tiene que ser algo realmente potente. Hace un mes, aproximadamente, descubrí algo así. Pero hay un problema, y es que es información confidencial. Y hay un segundo problema: es difícil de explicar. Hay un libro, quizás en el más frío Ártico, dando sus últimos retoques de edición a sabiendas que no tiene referente, que no tiene precedente, y que no hay nada igual a él. Un libro que sabe de sus rarezas, que no es para todo el mundo, y que va a transformar nuestra forma de entender la literatura. Un libro intraducible


Tengo 17 días para demostrarte que merece la pena este libro. 17 días para intentar explicarlo, 17 días para contarte qué escritor está detrás de todo esto y 17 días para conseguir tu participación. Lo malo es que tendrás que fiarte de mí como un barco se fía de un faro en mitad de la noche. 

Te lo voy a poner fácil. Este es el formulario de los afortunados. Aquellos que estén dentro de él no solo recibirán material exclusivo a lo largo de este mes sino que también, serán los mimados del escritor. Solo ellos podrán manosear, escuchar, ver y sentir esta historia. Solo los que estén en el formulario. Solo ellos. El resto... Bueno, el resto desearán también esta historia, pero me temo que no serán los niños bonitos. Tú no tienes que hacer nada, deja que lo hagamos nosotros. Nosotros somos quienes tenemos que demostrarte que Dögunljósey (¿qué narices significa esta palabreja?) merece la pena. 


Sigue el camino de baldosas... Sigue el camino, simplemente. Mañana, estaremos en un nuevo lugar.



¿Rellenarás el formulario?