Cuando uno publica una novela en Amazon, pueden ocurrir muchas cosas, pero supongo que una de las mejores es que Grupo Planeta se interese tanto por ella como para editarla posteriormente bajo su sello. Eso es lo que le ocurrió a David Orange con su fenómeno literario: La chica del semáforo y el hombre del coche, un título algo extenso, pero que resume casi todo el argumento de la trama. Tuve la oportunidad de leer las galeradas de esta novela y posteriormente, charlar con el autor, así que, sé cómo define él mismo su propia obra: 

«La chica del semáforo es un thriller cuya premisa inicial puede parecer sencilla, por un lado hay un genio de las matemáticas que cree haber descubierto algo que podría el destino de la humanidad, y por otro lado hay un asesino en serie cuyas víctimas siempre son mujeres, las cuales las expone de un modo muy particular. Pero la realidad es que dicha premisa es tan solo el marco donde se van a desarrollar muchos otros temas, como son la búsqueda de la propia identidad, qué sentido tenemos los seres humanos como especie y cada uno de nosotros en particular, cómo es el proceso de envejecer, qué significa realmente el amor, la violencia machista o cómo difiere el sentido de la justicia según sea las circunstancias del que la mire.

Así que, como puedes ver, es un thriller que se puede disfrutar como una potente inyección de adrenalina, pero también como un ejercicio de reflexión acerca de muchos temas que siempre han estado ahí, acompañándonos de algún modo».



La chica del semáforo y el hombre del coche tiene uno de los inicios más atractivos que he leído en los últimos tiempos. Y la razón de ello es su protagonista principal: Jack. Un personaje complejo, con un trastorno poco conocido, que además, es un genio. Jack no puede parar de analizar todas las variables y posibilidades posibles de su vida y eso le convierte en un bichito raro con mucho carisma. Continuando con la charla con David:

El protagonista de tu historia es indudablemente Jack, un personaje bastante complejo. ¿Por qué decidiste que este personaje tuviese síndrome de disincronía? No es un síndrome muy conocido.

El personaje de Jack es un personaje muy complejo y bastante diferente al resto. Lo del síndrome de disincronía fue algo que consideré necesario, algo que de algún modo sería parte de la causa de las cosas que sucederían después. Como por ejemplo, fue la causa de que su madre estuviese siempre más pendiente de él que de su hermana, fue la causa de que él admirase las habilidades físicas de un modo cercano a la veneración, algo que hizo que se fijase en Mía, fue causa de que él tuviese que tomar una medicación muy concreto de forma crónica, y así podría seguir con muchas otras cuestiones. Dicho síndrome tenía que existir de un modo u otro para que Jack existiese.

Las peculiaridades de este síndrome también te demandan a ti como escritor un mayor esfuerzo descriptivo y de desarrollo narrativo para convertirte un poco en cirujano de las cosas que ve Jack. Me ha sorprendido mucho cómo desmenuzas las situaciones y los elementos como lo haría Jack. ¿Ha sido un proceso costoso? ¿Cómo lo hacías?


Tratar de que el lector vea y sienta lo mismo que Jack fue una de las partes que más trabajo me dieron. Quería que sintiesen algo diferente y nuevo cuando Jack entrase en acción, y para que eso ocurriese tenía que ofrecer algo nuevo y diferente. Todo lo que se puede leer en libro acerca de lo que Jack describe es totalmente cierto, así que, esa parte requirió de bastante trabajo, pero también fue una de las más enriquecedoras a nivel personal.

¿Qué más nos puedes decir de Jack? En principio, sabemos que sufre síndrome de disincronía, pero esa obsesión por los patrones, su ingenuidad y credulidad… Parecen también matices de posible TOC, Asperger…Como psicóloga, ¿te puedo pedir el perfil psicológico de tu principal protagonista?


Vaya, perdón por mi ignorancia, pero desconocía que fueses psicóloga, mi más sincero respeto y admiración por tan bella carrera.

Volviendo al personaje de Jack, sí, es cierto que podría presentar ciertas características que podrían ser propias de otro tipo de síndromes, él no solo padece el síndrome de disincronía, sino que además tiene una inteligencia fuera de lo común y, además, lleva toda la vida estudiando los números en soledad. 

Así que, no solo es el síndrome que padece lo que ha conformado su carácter, sino todo el resto de circunstancias que lo rodean. Un perfil psicológico podría ser el siguiente:




¿Cómo apareció este personaje en tu vida para escribir sobre él?

Primero apareció el sentimiento, aquello sobre lo que quería hablar, en este caso la asombrosa forma en la que todo cuanto acontece se relaciona, y después apareció Jack, como esa persona que inicia la búsqueda de algo que está más allá  de lo que podemos ver y percibir a simple vista.

La novela está dividida en cuatro partes y cada una de ellas se refiere a una ubicación esencial en la trama: Búfalo, Amarillo, Pantex y Arlington. Dentro de cada una de estas partes, encontramos capítulos cortos que proveen de un ritmo muy ágil a la trama. Debo decir, sin embargo, que la primera mitad del libro es más rápida que la segunda. Había leído críticas que hacían referencia a que en cierto momento argumental, la trama se ralentizaba y debo corroborarlo. Pierde gasolina a medida que se va acercando al final, quizás porque las cartas se van destapando. También la obra tiene ese aire de película americana, y aproveché para preguntar al escritor por qué ha elegido hacer un thriller ubicado en EEUU y no en España, por ejemplo.


«En mi caso tiene dos explicaciones», me comentó David. «En primer lugar, trasladar la acción a otro país me ayudó creativamente a liberarme un poco. En ese momento no me sentía cómodo escribiendo sobre cosas de España que ocurrían en España, así que, en ese sentido, fue más una necesidad creativa que otra cosa. Pero en segundo lugar hay otra razón que es muy importante. Las cosas sobre las que quería hablar me resultaban poco creíbles de haber tenido lugar en España. Para empezar, estamos también muy acostumbrados en los últimos tiempos a que nos hablen de asesinos en serie que tienen su actividad en este país, pero la realidad es que esa figura, por fortuna, apenas existe aquí. Se producen crímenes violentos, sí, pero de otro tipo. Los asesinos en serie o asesinos rituales no son algo propio de nuestra cultura, y no me sentía cómodo hablando de ello en ese momento. Ocurre algo parecido con otros temas de los que hablo en la novela».

Estadio de los Rangers, en Arligton. Un lugar muy importante en la trama.

En La chica del semáforo y el hombre del coche, nos vamos a encontrar con dos grandes misterios: quién es el hombre del coche y cuál es el proyecto secreto de Jack. Como toda buena obra de culpables, muy al estilo de Agatha Christie, el autor nos pone en el punto de mira a varios posibles y probables sospechosos, entre los cuales se encuentra, por supuesto, Jack. Yo, personalmente, iba señalando con el dedo a todos, y al final, el asesino era el único al que no señalé. No tengo madera de detective. Pero fuera de obras, creo que David sabe esconder bastante bien al verdadero culpable de los asesinatos en serie, juega el despiste de manera extraordinaria. Sin embargo, en el momento en que se descubre quién es tiene poco impacto argumental, se hace un momento bastante aburrido, y creo que la razón principal es que mientras se descubre quién es el asesino en serie, se siguen sucediendo un montón de acontecimientos de igual importancia. Hay otro peligro mayor en marcha. A partir de aquí, fui a remolque. La consecución y resolución (para bien o para mal) de este nuevo peligro, se me hizo la parte más aburrida de la trama. Y aun cuando estos hilos sueltos se van remendando, aún queda el gran final: descubrir en qué ha estado trabajando Jack toda su vida, qué secreto esconde y qué le pasa realmente. Debo reconocer que el final es raro, como una especie de batiburrillo de cosas que se mezclan hasta con la ciencia ficción. No estoy tan satisfecha con la parte final como con el principio de la obra. 

Es un thriller peculiar, muy peculiar. Y a propósito de esto, también estuvimos charlando David y yo sobre hacer thrillers diferentes:

He leído en alguna entrevista que piensas que el thriller, la novela negra o policiaca y subgéneros, están algo encasillados. ¿A qué te refieres?

Sí, esa es mi opinión y espero no estar ofendiendo a nadie. Y me refiero exactamente a que existe una gran tendencia a repetir exactamente la misma fórmula una y otra vez. Hay mucha tendencia a crear personajes principales con ciertas características que todos conocemos, que se comportan de un modo que todos hemos visto ya y que resuelven los casos del mismo modo. Lo mismo ocurre con el estilo de la narración, el formato utilizado en los capítulos o la voz y el tiempo empleado. En estos géneros, como en otros, hay modas, y ahora la moda es hacer las cosas de una forma bastante reproducible.

Cuando escribo siempre me gusta ponerme en la piel del lector, ofrecerle lo que a mí me gustaría encontrarme cuando leo, y lo que a mí me gusta, lo que yo más valoro es que me den algo distinto, original, algo nuevo y que me haga sentir y pensar en cosas distintas a las que conforman mi día a día. Que me agiten y despierten internamente, eso es a lo que yo aspiro y lo que yo más valoro.

No obstante, a día de hoy, siguen sacando novelas con esas características que acabo de citar un poco más arriba, pero a mi modo de ver son la minoría. 

Cuando escribías esta novela, supongo que pensabas en no repetir lo que ya está inventado. ¿Cuáles eran o son los ingredientes de la novela para combatir esto?

Lo primero tener claro qué es lo que ya está inventado, y a partir de ahí reinventar el género. Intercalar temas y situaciones que no son frecuentes en este tipo de libros, intercalar diversos giros a lo largo de la novela para evitar que el lector “se duerma”, darle un gran giro final para que, a pesar de haber resuelto la historia, el lector se vaya con la sensación de que esa historia, de algún modo, todavía sigue con vida en su interior.

Y en cierta manera, dotar a los protagonistas de realidad, de veracidad, dotarlos de vida. A veces tengo la impresión cuando leo que los personajes que tengo delante no son reales. Estamos tan acostumbrados a que un policía divorciado y alcohólico resuelva casos de un modo magistral que muchas veces ni siquiera nos planteamos si eso puede ser posible. A mi modo de ver, alguien que acostumbra a estar bajo los efectos del alcohol no está precisamente lúcido, ni tampoco tiene una buena condición física, ni siquiera suele ser alguien seductor, y sin embargo… esa es la imagen que nos venden.

Mi valoración general de la novela es buena. Creo que es una obra peculiar que, tal y como ha dicho David un poco más arriba, te hace reflexionar acerca de muchas cuestiones. También pretende ser una novela con el fin de entretener, aunque quizás en este aspecto, peca de querer abarcar demasiadas líneas argumentales, hasta el punto de meternos en temas de ciencia ficción llegando al final. Un final, por cierto, que para mí queda preparado para una segunda parte. ¿Qué me contestas, David?:

«Lo cierto es que al principio quería que esa segunda existiese en el interior de cada uno de los lectores, que la historia continuase con vida más allá de la palabra Fin y cada uno fuese libre de pensar en el día siguiente. Pero cuando muchos lectores empezaron a pedir una segunda parte, sí me planteé escribirla, porque lo cierto es que mi interior sí existía, sí había una continuación lógica a todo lo narrado en La Chica del Semáforo.

Y a día de hoy te puedo decir que de momento no hay nada en marcha. Supongo que si tiene que ocurrir, ocurrirá de forma natural».


Esta novela fue todo un fenómeno en Amazon, y no es para menos. No he leído muchas novelas en Amazon con un abanico tan amplio de acontecimientos y tantas peculiaridades. David me dijo que no sabía realmente cómo había llegado a tener tal éxito, pero yo insistí: 

En Amazon te convertiste en todo un fenómeno. ¿Cómo se consigue eso?

Lo cierto es que todavía no lo sé, te diría que con mucho trabajo y dedicación, pero eso mismo es lo que hace mucha otra gente. Yo particularmente leí mucho y escribí mucho antes de publicar la primera novela, pero supongo que también eso mismo es lo que ha hecho mucha gente. Así que, la realidad es que no sé cómo se consigue, solo que yo he trabajado mucho para conseguirlo, pero no sé si eso lo es todo.

¿Qué consejos le darías a los escritores autopublicados más allá del «persigue tus sueños»?

Les diría que arriesguen, que traten de innovar, de destacar por algo, que no repitan lo mismo que ya han hecho otros, que crean en ellos y que respeten al lector siempre, que le ofrezcan la mejor novela que sean capaces de crear, que le den una novela con vida propia.


Me gustaría advertiros que la obra ha sufrido algunas modificaciones desde su versión de Amazon  la edición de Grupo Planeta, ya que la novela fue revisada en profundidad, pero los personajes y la historia, es exactamente la misma.

Hoy, 7 de noviembre, David Orange estará en una presentación y firma de la novela en la librería Libro Ideas de la Estación Norte de Valencia, a las 19:00. 

Por último, ¿cuál sería el mensaje que finalmente quiere mandar David Orange con su novela? En palabras del autor:


«El mensaje final es que hasta la más pequeña de las acciones tiene sus consecuencias, todo está conectado de algún modo y todo ocurre por una razón.
El mundo es un lugar mágico en el que ocurren cosas mágicas, cosas que no tienen explicación pero sí un sentido, aunque no sepamos cuál es a simple vista.
La existencia humana, la nuestra propia, tiene un sentido, y me encantaría que el lector se hiciese ciertas preguntas y reflexionase sobre ciertos temas al terminar el libro. ¿Cuál es su lugar en el mundo? ¿Por qué hace las cosas que hace y piensa de la forma que piensa?

A veces tengo la impresión de que estamos más dirigidos de lo que nos parece, y nuestra voluntad es menos libre de la que pensábamos. Pero dejo que cada uno tenga su propia reflexión, y su propia opinión, que es de lo que se trata»


Muchas gracias a David Orange por esta charla y por esta apasionante novela.