Espasa publica la novela sobre uno de los personajes femeninos más fascinantes y desconocidos de la Grecia clásica: Diotima.

En El Banquete, una obra de Platón, Sócrates habla de una mujer sabia de nombre Diotima. Para contextualizar al lector, diremos brevemente que El banquete es un diálogo platónico escrito en los años 385-370 a.C. que versa sobre el amor. En dicha obra, aparece un discurso de Sócrates. El filósofo griego no necesita presentación alguna, pero comentaremos de él que vivió entre 470-399 a.C. y que es considerado uno de los más grandes filósofos universales. Fue maestro de Platón y fue, también, quien nombró a esta mujer de la Grecia clásica, Diotima, que hoy se convierte en protagonista gracias a La maestra de Sócrates, una novela de Laura Mas editada por Espasa.

La Reina Lectora


Diotima de Mantinea.


Diotima era una filósofa y sacerdotisa procedente de Mantinea, del siglo V a. C., de la cual se dice que fue maestra de Sócrates en cuestiones de amor. La principal aparición que se registra de esta mujer en la Historia ha sido en la obra platónica ya citada: El banquete. En él, Sócrates advierte de que sus palabras son una reproducción de lo que tiempo atrás le enseñó Diotima sobre este sentimiento. Hay que tener en cuenta que, en estos diálogos desarrollados en El banquete, Sócrates se alza como el orador más importante de todos los presentes y, sin embargo, decide dar protagonismo a las palabras de esta mujer.

Más allá de esta aparición, la vida de Diotima es bastante desconocida, pues no hay muchos testimonios sobre su vida. Además de la obra de Platón, Diotima solo aparece en la obra Imágenes de Luciano de Samósata, un escritor sirio en lengua griega.

A pesar de los escasos datos biográficos que tenemos sobre ella, rescatar a la figura de Diotima es rescatar, posiblemente, a una de las principales representantes del pensamiento femenino en un mundo patriarcal. Y el hecho de que Sócrates, como personaje más relevante de la obra El banquete, la dé a ella el protagonismo que se merece, lo corrobora.

«Pero voy a dejarte por ahora y os contaré el discurso sobre Eros que oí un día de labio de una mujer de Mantinea, Diotima, que era sabia en estas y otras muchas cosas. Así, por ejemplo, en cierta ocasión, consiguió para los atenienses, al haber hecho un sacrificio por la peste, un aplazamiento de diez de años de la epidemia. Ella fue, precisamente, la que me enseño cosas del amor. Intentaré, pues, exponeros, yo mismo por mi cuenta, en la medida en que pueda y partiendo de lo acordado entre Agatón y yo, el discurso que pronunció aquella mujer».

El amor según Diotima de Mantinea.    

       
Las ideas de Diotima se basan en el concepto de amor platónico, y también en la defensa de la búsqueda de la belleza, así como de la pureza, por encima de la pasión física.

«El amor no solo convierte al cobarde en héroe y quita el dolor al enfermo, también puede otorgar al espacio entre dos latidos más felicidad de la que cabe en una vida entera» (Diotima de Mantinea).

La filosofía de Diotima, al igual que la filosofía de Sócrates, nos ha llegado a través de los diálogos de Platón, pero de ellos se puede extraer perfectamente algunas ideas esenciales que Laura Mas traza en La maestra de Sócrates con pasión.

Por ejemplo, frases tan lapidarias como «El amor verdadero nos conduce hacia la inmortalidad» o «Para amar bien, debes ser consciente de que necesitas el amor como un pobre un plato de comida», aparecen en La maestra de Sócrates con firmeza.

Hemos dicho que no hay pruebas irrefutables de que Diotima existió realmente y tampoco hay datos con los que construir un retrato exacto de esta mujer de la Grecia clásica, pero sus propias ideas irán construyendo también su propia biografía en la novela de Laura Mas, hasta conseguir a una mujer muy real para todos nosotros. Porque quien habla del amor, sin duda, ha existido alguna vez.

Los puntos fuertes de La maestra de Sócrates.


Algunos de los eslóganes que rodean a esta novela son: «La primera novela de la gran filósofa del amor», «La mujer de la cual Sócrates aprendió las virtudes del amor» o «La soberbia galería de personajes de La maestra de Sócrates». Todos ellos serían acertados para describir la que se presenta como una obra que recupera un personaje femenino de interés para nuestra Historia y para el pensamiento de occidente, así como una novela que ha contado con personajes de lujo como Aspasia de Mileto, Pericles, Calímaco, Hesíodo o Querefonte.

A pesar de que La maestra de Sócrates bien podría ser una novela histórica, no son estas las pretensiones de Laura Mas. La Historia de esta novela se encuentra sumergida en ella, pero el verdadero hilo conductor de la misma es el amor y la forma en que lo vive y afronta el ser humano.

Cabe destacar, también, elementos imprescindibles para la ambientación como la arquitectura, de la cual hace un uso poético Laura Mas, convirtiéndola muchas veces en metáfora a la vez que en escenario. Sabrá el lector encontrar en ella la sobriedad de Sócrates, la grandeza de Pericles, la pobreza de quienes menos tenían, o los símbolos de poder como la Acrópolis. A medida que vamos entrando en el juego de Laura Mas, también nos preguntamos: ¿Qué calle, pavimento o casa define realmente a Diotima?



Sócrates estaría orgulloso de Laura Mas.


«He oído hablar de ti... Te gusta debatir por las calles de Atenas y llevar la contraria a todo el mundo» (Diotima a Sócrates en su primer encuentro).

Sócrates revolucionó la filosofía y ha llegado hasta nuestros días como un filósofo singular. Su principal rareza, seguramente, sea que no cuente con escritos propios, pues el filósofo decidió voluntariamente no registrar sus palabras y transmitirlas únicamente de forma oral. Fueron, pues, sus discípulos quienes transcribieron sus enseñanzas y las dieron a conocer al mundo.

Laura Mas recrea en su libro, La maestra de Sócrates, una escena que hará las delicias de todos los que gustamos de la filosofía clásica: el encuentro de Diotima con Sócrates. Me imagino por momentos haber coincidido con tan admirado personaje y me tiemblan las piernas. Pero, llegado dicho momento, no es, sin embargo, la presencia de Sócrates la que predomina en la escena, sino la forma tan directa que Diotima tiene de interpelarlo. Es aquí donde empieza a definirse la personalidad de esta mujer en el libro y es, entonces, cuando podemos hacernos una idea del personaje femenino tan potente que tenemos entre manos.

Sócrates debió de tener un gran aprecio a esta sabia mujer para nombrarla, y aunque rehuyese de la escritura como forma de transmisión, disfrutaría mucho, seguramente, con La maestra de Sócrates, no tanto por su propio acto de presencia en la obra, sino por la presencia de ese rostro de nariz recta, labios como flor rosada y piel pálida que rozaba la transparencia, que nos cuenta la autora sobre Diotima.

La maestra de Sócrates, el amor en cualquier época.


La maestra de Sócrates es el retrato de una mujer y de sus enseñanzas amorosas, que llega en el momento en el que más lo necesitamos a nivel mundial. Desde que la pandemia del coronavirus se ha instalado en nuestro día a día, hemos tenido que cambiar nuestra forma de ver de muchos conceptos. Hasta ahora, dábamos por hecho la posibilidad de dar un abrazo a alguien, pero a partir de las medidas de distanciamiento social, el amor se está reinventando. Es, por tanto, un gran momento para escuchar otros diálogos de amor en la distancia.