Reseña del libro «Miedo en directo», de Marta Sebastián.

Miedo en directo es la nueva novela negra de Marta Sebastián, con la que participa en el Premio Literario Amazon Storyteller 2021, y que nos pone delante no solo la crudeza de escenas que forman parte de lo peor del ser humano, sino también ante la tesitura de qué comportamiento tiene la sociedad ante determinados hechos. 

Imagina que te dispones a ver un nuevo directo de tu youtuber favorita. No te pierdes ninguno, ella es una chica con mucha repercusión social. «Se lo ha ganado», piensas, aunque hay quien dice que no solo por su contenido. Bueno, la gente... ya sabes cómo es..., les encanta hablar mal. Y ahí está, guapísima, como siempre. «¿Cómo lo hace esta chica?». Comienza a hablar, pero alguien la interrumpe. Un tipo encapuchado que se interpone entre ella y la cámara. Pronto te das cuenta de que algo no va bien; parecía que formaba parte del guion, pero es evidente que ella está aterrorizada. No tardas mucho en confirmar que, efectivamente, esa terrible escena no tiene nada que ver con un guion. 

Durante unos instantes, el mundo parece congelarse. Quizá nadie sabe muy bien qué hacer, ¿quién sabría reaccionar rápidamente ante algo así?, pero ¿por qué da la impresión de que no hay nadie que haya dado aviso a la policía de lo que está presenciando en directo? 

Un individuo monstruoso anda suelto. Se dedica a violar a famosas youtubers mientras hacen sus directos. Nadie sabe por qué las elige, pero es extremadamente meticuloso, y la policía, además de atraparlo, se enfrenta a un hecho que nos pone en el disparadero como sociedad: la rapidez con que las grabaciones de los crímenes circulan por la red.

La renovación literaria de Marta Sebastián es una de las más sorprendentes con que me he encontrado en los últimos tiempos, y quizá no encuentre comparativa posible incluso haciendo mucha memoria. De aquellos inicios en la novela romántica, con Remiendos del pasado Sueño de cristal, un paso intermedio con Miradas perdidas, a la inmersión pura y dura en el thriller con la saga de La falsa verdad y sus secuelas. Y ahora llega Miedo en directo, que reproduce con toda la dureza los elementos fundamentales que debe tener una novela negra. Sí que es cierto que la autora madrileña siempre ha dejado en sus obras la impronta de la crítica social, de una forma más explícita o velada, los malos tratos, la exclusión social, el machismo, pero cada vez muestra una mayor agresividad literaria a la hora de plasmar temas que son, por desgracia, de actualidad. Una forma de decir: «Esto es así y lo tenéis que saber; no os lo voy a edulcorar». Ya lo hizo al inicio de la serie que comienza con La falsa verdad, donde es capaz de meterse en la mente del líder de una secta.

La estructura de Miedo en directo sigue una vieja fórmula que hace que el lector se vaya enganchando a la trama, y es la del crescendo de la investigación: sucede un caso, se investiga, sucede otro caso, se investiga. Para cuando llega el segundo caso, el lector está ya sumergido en la historia, se anticipa (o eso cree), se piensa más listo que el criminal, se hace uno más, en definitiva, del elenco investigador.

Unos personajes encabezados, una vez más, por una mujer. Y es que Marta Sebastián le ha dado a la literatura una colección interminable de heroínas de todos los gremios profesionales. Eso y su incuestionable amor por su ciudad, Madrid, son dos señas inconfundibles de sus novelas. En esta ocasión es Aída (ya sabéis, sus nombres siempre comienzan con A), una joven policía recién ascendida a inspectora que, nada más llegar, se encuentra con el caso del violador de los directos de YouTube. Para más inri, le han asignado como compañero a un viejo conocido suyo de la academia de policía con el que no acaba de hacer buenas migas. De sus continuos roces, vamos profundizando en las personalidades de ambos.

Miedo en directo es dura, no nos vamos a engañar, pero, sobre todo, y esto es lo que la hace realmente interesante como novela negra, lo duro es el trasfondo social que presenta. ¿Hasta qué punto creemos que las vidas de los famosos deben ser públicas y, por tanto, nos pertenecen? ¿Qué estamos dispuestos a tolerar por la fama? ¿Tenemos más de verdugo o de víctima? ¿A quién de los dos apoyamos más en realidad? 

Y es aquí, en el tema de los verdugos y las víctimas, donde creo que Marta Sebastián ha sabido poner mejor el dedo en la llaga, así como mostrar su prosa más madura, situándonos como espectadores de una disyuntiva que también nos toca a nosotros: ¿nos volcamos en ahorrar el sufrimiento de alguien que ha vivido algo tan atroz como una violación o no tenemos problema en compartir un vídeo por el móvil contribuyendo a perpetuar su sufrimiento?