El agua es un elemento sanador. Los seres humanos estamos compuestos por un 80% de agua al nacer y un 60% de agua en la edad adulta. Posiblemente, ademĆ”s, provengamos tambiĆ©n de agua, pues es un elemento capaz de generar vida, sin duda alguna. Es normal, por tanto, que muchas personas sientan una conexiĆ³n especial con este elemento, que necesiten vivir cerca del mar, que se duchen para eliminar la suciedad interior o que intenten adaptar la filosofĆ­a fluida del agua a su propia vida. Pero el agua es tambiĆ©n un elemento difĆ­cil de domesticar: se escurre entre nuestras manos, no siempre estĆ” en calma y si pasas demasiado tiempo en Ć©l, puedes llegar a ahogarte. Por todo ello, hablar del agua, escribir sobre el agua y sacar moralejas sobre el agua es una tarea ardua, ya que no tiene forma ni color, y consta de un alma rebelde. Como Clara... SĆ­, como Clara.


Clara es la Ćŗltima novela de Virginia Gil, una de mis escritoras autopublicadas preferidas. DescubrĆ­ que Virginia hace magia leyendo En la calle mayor (encuentra mi reseƱa aquĆ­), asĆ­ que las impresiones extraĆ­das de esta obra no me sorprenden. Virginia crea cuentos de los de antes, cuentos sencillos sacados de la vida diaria que, sin embargo, tienen la capacidad de sorprendernos y enseƱarnos muchas cosas. ¿RecordĆ”is aquellos cuentitos infantiles que tambiĆ©n leĆ­an los mayores (porque eran sobre todo para los mayores) editados por Susaeta? Pues algo asĆ­.

En esta ocasiĆ³n, Virginia se ha atrevido a hablar de un monstruo informe silencioso: el bullying. Pero como ella es incapaz de mostrar un mundo cruel, tambiĆ©n habla de amistad, superaciĆ³n y amor propio, ya que todos los problemas desagradables tienen soluciĆ³n. Clara, la protagonista del libro, es una niƱa de nueve aƱos cuyas amigas de repente le dan la espalda. Clara vive por y para el agua, pues sus entrenamientos de nataciĆ³n sincronizada son todo su mundo. Sin embargo, a medida que los problemas escolares se encrudecen, el agua de Clara tambiĆ©n se enturbia. Para Virginia somos un todo, y lo que nos pasa en una faceta de nuestra vida, puede acabar arrastrando al resto. Pero este todo es tan poderoso como el elemento madre, y de nuevo, otro pequeƱo rincĆ³n de nuestra existencia puede salvarnos del resto de rincones oscuros. El agua salvarĆ” a Clara

La autora sigue fiel a su estilo: libro cortito, lleno de mensajes implĆ­citos, con una historia que mĆ”s que historia se parece a un cuento, y con unos personajes entraƱables. 

Me lo leĆ­ en una tarde, junto a la piscina y el canto veraniego de los pĆ”jaros. A veces levantaba la vista del libro y posaba la mirada sobre la tranquila superficie del agua azul intensa. Apretaba el libro contra mi pecho y pensaba en lo bonito de las historias. Las historias de Virginia son historias que nos gustarĆ­a escribir a muchos, porque ella es capaz de poner nombre a lo innombrable. Expresa lo que a muchos nos gustarĆ­a expresar. Por eso abrazo a los libros de Virginia y tienen un lugar especial en mi estanterĆ­a preferida. Clara me llegĆ³ hace unos meses, y lo guardĆ© para leerlo en el momento indicado. Con los libros de la autora hay que hacerlo asĆ­, hay que establecer una conexiĆ³n un poco mĆ­stica.

Y para terminar, os hablarĆ© de un pequeƱo mensaje implĆ­cito que hay en este texto y que me gusta bastante. A pesar de lo corta que son estas historias, tienen mucho contenido si lo sabes encontrar. Se trata de la herencia emocional que a veces se transmite de generaciĆ³n a generaciĆ³n. La madre y la abuela de Clara tambiĆ©n sufrieron bullying, y el monstruo se ceba ahora con la hija y la nieta. Es Clara quien finalmente vence al monstruo, porque posiblemente la abuela y la madre no fueron capaces de vencerlo del todo. Hay una herida abierta que se ha ido transmitiendo, y la vida crea de nuevo la misma situaciĆ³n para que alguien, por fin, consiga sanarla. Clara, por fin, limpia los rastros de ese dolor con su naturaleza de agua y su propio dolor.

Gracias, Virginia, por sosegar con tus historias una vez mƔs.