reseña del libro El mar de mi venganza de Mayka L. Carrión

Si queréis leer una buena novela negra en alta mar, estáis de suerte. El mar de mi venganza de Mayka L. Carrión se marca un Agatha Christie en mitad del Adriático con un planteamiento sorprendente y un montón de posibles culpables. 

Dos hermanas se van de vacaciones en un crucero. Una de ellas, Marina, es forense, y es la que nos pone en situación. No es que, personalmente, empiece a montarme películas raras en mi cabeza si encuentro a un forense en mis vacaciones de verano, pero, en esta novela, Mayka ha jugado muy bien con este personaje y con su profesión. Aparte de ser esencial en la trama, nos pone en alerta desde la primera página. Y es que si sigues el camino de un forense, tarde o temprano te vas a encontrar a un muerto...

Y sí, un muerto se encuentra Marina, físico y emocional, lo cual abre dos líneas argumentales en la historia muy interesantes. Por un lado, nada más partir, Marina se verá involucrada en la investigación del presunto asesinato de una joven que formaba parte de la tripulación. Pero también, al comienzo de su aventura, se topa con su primer amor, un cadáver de tipo emocional. Así que el lector tiene dos casos que resolver: quién es el asesino y quién besará primero. 

Para más inri, y ya que asoma la cabeza el asesino, tenemos a nuestra disposición los pensamientos de este a medida que vamos avanzando en la lectura. Sí, el causante de las vacaciones sangrientas de Marina y su hermana nos va dejando páginas del libro en donde cuenta sus tribulaciones y en donde es inevitable no aguzar nuestros sentidos para intentar encontrar pistas en cada cosa que dice. Sin embargo, ya os lo adelanto: El mar de mi venganza es un libro en donde el culpable está muy bien escondido

Cadáveres, viejos amores y un asesino con ganas de compartir su historia, todo ello en un transporte en movimiento. La autora no solo ha tenido que hacer malabares con una historia de amor, una investigación complicada y un asesino enmascarado, sino con toda una travesía. Mayka no se ha olvidado de las paradas del crucero, de las ciudades a visitar, como la magnífica Atenas, de lo que, al fin y al cabo, es una novela que se desplaza. Ojo con esto porque es muy difícil conseguir  el equilibrio entre las tramas y un ambiente móvil. Así que felicidades a Mayka L. Carrión, que nos demuestra no solo su talento en novela negra sino también su calidad literaria.  

La elección del escenario no sé si es casual, pero desde luego, es acertada. Un barco supone un ambiente cerrado, sin escapatoria (no es un barco varado como en Carcelero de almas, pero da el mismo mal rollo), y el mar, aunque a muchos les puede inspirar unas vacaciones en Cancún, tiene también su aterradora faceta. Así que El mar de mi venganza es sin duda un lugar en donde perder la cabeza.

Además, en el libro hay un amplio elenco de personajes para el tan necesario juego de culpables. Tendremos nuestros favoritos, esos con pinta de asesinos, pero al final Mayka nos sorprende. 

Y es que esto es lo que queremos en una novela negra, ¿no? Que nos sorprendan. Además, lo que más se disfruta son los momentos previos, esos en los que crees que tienes al culpable, pero luego no, y que el autor consiga retenernos ahí, en ese limbo entre lo que sabemos y lo que no sabemos, como hace Carrión en El mar de mi venganza.

El mar de mi venganza de Mayka L. Carrión es una novela negra en un ambiente cerrado, asfixiante, con olor a salitre y metal (como el olor de la sangre). En ella, la forense Marina tendrá que tirar sus vacaciones por la borda para ir detrás de un asesino acompañada, entre otros, de su primer amor. Un juego de culpables difícil de resolver y una lectura para hacer las delicias del género. 

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