reseña del libro «No tengas miedo de que tu vida termine, sino de que nunca haya comenzado» de Laurence Luyé-Tanet

Hay libros cuyo título cuenta más de lo que dice y se alarga más de lo que debe, pero a los que se lo perdonamos todo si merece la pena lo que anuncian. 

Laurence Luyé-Tanet es una asesora y psicoterapeuta que ya ha seducido a más de 40000 lectores con sus obras. No tengas miedo de que tu vida termine, sino de que nunca haya comenzado es su nueva novela que, aunque nos jorobe el SEO con un enunciado tan extenso (bromita), lanza una afirmación de suma importancia para el lector: no temas el fin sino la ausencia de comienzos. 

Vivimos adormilados. Incluso cuando leemos libros que promueven cierto despertar de consciencia como puede ser el de Luyé-Tanet, no lo hacemos desde la atención plena, aunque, si vamos a adentrarnos en No tengas miedo de que tu vida termine, sino de que nunca haya comenzado más nos vale estar con los cinco sentidos puestos en el texto. Olvídate de los conceptos introductorios. Nada de dar vueltas a los temas de siempre como si montases en la noria de la autoayuda. Despídete de los consejos románticos para sentirte bien. La autora va directa al grano y ofrece material muy, pero que muy valioso, que requiere una actitud también muy, pero que muy decidida. ¿Será la nuestra?

Existe una pregunta fundamental que debes hacerte, y es la siguiente: ¿Quién soy yo?

Debo reconocer que antes de comenzar a leer No tengas miedo de que tu vida termine, sino de que nunca haya comenzado de Laurence Luyé-Tanet me distraje un poco pintando el pajarito con forma de mandala que hay previo al índice. De hecho, todo el libro está lleno de mandalas que engloban frases importantes del texto. Si tienes un par de lápices de colores en las manos, te puedes divertir con ellos. 

Tras el pajarito, un capítulo inicial de suma importancia: «Al principio de todo, hay un sueño, hay un deseo...». La autora pretende que conectemos nada más empezar con nuestros anhelos más profundos. ¿Estresante? Para nada. Soy del tipo de persona que en un 90% de las veces no sabe lo que quiere y leer a Laurence ha sido un bálsamo para la tendencia etiquetadora de la sociedad. Porque seamos sinceros, ese eslogan actual de «persigue tus sueños» no es sino otra forma de catalogarnos en virtud de ellos. Y si no tienes un sueño que perseguir, cual acosador en mitad de la noche, te falta algo. Así, al menos, me siento yo. Por lo que necesitamos a alguien que nos diga, por ejemplo Luyé-Tanet, que estos anhelos surgen solos cuando disfrutamos de la vida, así de simple. Las aspiraciones no son necesariamente una marca con la que nacemos, sino un resultado que se da a medida que vamos disfrutando de la vida. Y ya os estoy contando mucho de esta apasionante obra de una igual apasionante autora.

El tono es muy vibracional. Laurence Luyé-Tanet conecta mucho con la idea metafísica de la vida, con que todos somos energía y que, por ende, donde ponemos nuestras intenciones, creamos nuevas realidades. A mí me gusta que se nos siga hablando en estos términos porque la ciencia cada vez avanza más en este sentido y está corroborando muchos conceptos de física cuántica aplicables a nuestro día a día. 

Lo primero de todo es tomar conciencia de aquello que nos conmueve, es la puerta de entrada.

No tengas miedo de que tu vida termine, sino de que nunca haya comenzado va a ser un librito de mesilla de noche y escritorio de día, porque estoy cogiendo el hábito de abrirlo al azar y dejar que me hable. Ahora mismo, me dice: «La alegría y el entusiasmo deben ser tus guías». Es un texto que recomiendo encarecidamente a quien quiera dar un buen repaso general a su vida, a sus pensamientos, a sus emociones, a sus sincronicidades o desincronicidades diarias y hasta a su salud. Tiene frases que son puro oro y, aunque a veces la maquetación me sacaba un poquito de contexto (mientras lees, hay cortes bruscos para englobar frases entre los mandalitas y luego prosigue de forma normal), la cercanía de la autora se siente en cada página. 

La guinda del pastel es la tabla de ejercicios que Laurence Luyé-Tanet incluye al final, así que si os sentís impacientes durante la lectura porque la autora toca conceptos muy guays que, sin embargo, no te adelanta de momento cómo poner en práctica, ¡tranquilidad! Al final del libro nos satisface con más recursos.

No tengas miedo de que tu vida termine, sino de que nunca haya comenzado de Laurence Luyé Tanet es una obra inspiradora y amiga que abarca absolutamente todos los temas que te pueden preocupar en un momento determinado y que pone luz, mandalas, color, perspectiva y dinamismo con mucha contundencia a esa mente intranquila que busca sin saber o que encuentra sin buscar. Porque si hay dos cosas que se concluyen tras leer esta obra es que la autora cree firmemente en lo que expresa y que algo cambia en tu interior tras leer el texto. Así que, ¡adelante! No tengas miedo a que el libro termine, sino a que nunca lo hayas comenzado ;)

Si no sabes lo que quieres es porque no estás funcionando en la acción, sino en la receptividad.

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