reseña del libro historia de un soldado comunero de felix buisán

Antes de comenzar esta reseña, tengo que advertir algo. En esta ocasión, es bastante difícil ser objetiva con este libro y, aunque esto puede hacer que salten ciertas suspicacias, lo resumiré en que he visto lo mucho que Félix Buisán ha trabajado en la obra y soy incapaz de apartar mis ojos de toda esa dedicación que lleva habiendo detrás. 

Historia de un soldado comunero de Félix Buisán es una novela histórica sobre la guerra de las Comunidades, un tema que encontramos bastante en literatura, pero quizás no desde esta óptica. En primer lugar, porque sobre todo se ha tendido a hacer ensayos que narran lo acontecido durante este periodo histórico. En segundo lugar, porque cuando se han novelado los hechos, se han usado las figuras más representativas de los mismos, como Padilla, Maldonado y Bravo, los tres grandes líderes del levantamiento. Y en tercer lugar, porque a veces nos olvidamos, en literatura, de que los héroes de nuestras guerras, externas e internas, son sencillamente la gente común y corriente. Este es el tratamiento que encontramos en Historia de un soldado comunero, una historia contada desde el pueblo.

La obra comienza en una botica con Alonso Pérez, el narrador, un chaval nacido en el año 1500 que trabaja en el establecimiento de su tío José Mercader en Medina del Campo. El ejército del rey Carlos se dirige hacia allí, hacia Medina, para apoderarse de los cañones y así utilizarlos contra la ciudad de Segovia. Al mando, Antonio de Fonseca. Alonso se ve entonces, desde el inicio de la obra, en una tesitura, pues la revuelta está cada vez más encendida. El bando realista quiere usar las armas contra sus hermanos segovianos, pero él piensa que no serían personas de honor si dejasen que se las llevan para tal fin.

Podéis suponer que Historia de un soldado comunero de Félix Buisán comienza in media res y no estaríais confundidos, pues el 21 de agosto de 1520, Fonseca se personaba ante los muros de Medina del campo. Alonso comenzaba a atisbar, desde su ventana, los movimientos de un reducido número de personas, primero, y una gran revuelta, después. También el lector participa de ello. La historia va subiendo en intensidad porque Buisán te coloca en el banco del pueblo, y te hace partícipe del levantamiento. Cuando te quieres dar cuenta, estás pasando las páginas al grito de «¡Viva la Comunidad! ¡Mueran los tiranos!».

Bueno, aquí no deseamos que nadie muera, la verdad, pero estás tan metido en la historia que ya pierdes los papeles. La lectura de Historia de un soldado comunero es bastante apremiante, vas tras ella con ganas y premura. Además, el autor ha conseguido en cada capítulo una contextualización muy pormenorizada, sobre todo a través del léxico, las expresiones, los gritos de guerra, el atrezo y las ambientaciones. Por ejemplo, mientras muchos de los personajes beben aloja para mitigar el calor y la sed, tú te ves allí, en mitad del tumulto, compartiendo también aquella bebida compuesta por agua, miel y especias de la época.

Lo más interesante para mí es el tono épico de la historia. La ausencia de héroes reconocibles nos pone a todos a la misma altura. Somos un ser conjunto que Félix Buisán refleja en sucesos como la quema de Medina del Campo y la resistencia de sus habitantes en mitad del avance de las llamas. Medina ha sido reducida a cenizas. El lector y los personajes han sido unidos en comunión.

Los personajes de a pie llevan todo el peso de la trama y están muy bien conseguidos. Especial atención a nuestros protagonistas, Alonso y Pedro, dos individuos muy diferentes entre sí, siendo Alonso más formal y Pedro más... alocado. Para muestra, un botón:

«Dominus vobiscum.

¿Qué dice el fraciscano? mustió Pedro.

Que el señor esté con nosotros respondí.

—Que así sea, padre —asintió Pedro—. Por cierto, ¿dónde estaba el Todopoderoso el día de la quema de Medina?»

Historia de un soldado comunero de Félix Buisán es, por tanto, una ficción histórica muy bien documentada y cuidada hasta el extremo. Basada en unos hechos por todos conocidos, como es la guerra de las Comunidades, se centra en destacar las bondades de la gente normal y corriente a través de dos personajes, Alonso y Pedro, muy diferentes entre sí, que crecen a golpe de tambor de guerra. Bien escrita, con expresiones de la época y perfectamente ambientada, destaco por encima de todo la epicidad de las escenas que se narran y la sensación de heroicismo de a pie que transmite al lector. Muy recomendable y entretenida. 

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