¡Hola, mis reyes y reinas! ¡Ya estamos en septiembre! ¿Cómo pasa el tiempo tan rápido? Sé que me estoy haciendo mayor precisamente porque me hago esta pregunta constantemente... Se ha convertido en mis conversaciones de ascensor. No es de extrañar que este mes precisamente cumpla un añito más, y que me empiecen a salir las canas, junto a los temas rancios (como el del paso del tiempo). 

El título de este post es muy rítmico porque quiero y NECESITO, hacer un poco de reflexión acerca de mi trayectoria. Llevo en el blog ya más de tres años, y desde luego, hoy no es igual que ayer, y posiblemente, no será igual a mañana. ¿En qué cosas he avanzado? ¿En cuáles he retrocedido? Y sobre todo, ¿está mereciendo la pena?


Cuando comencé con el blog, no sabía qué iba a ser de mi vida, sinceramente. Era consciente de las cosas que dejaba atrás (un buen trabajo en un puesto de investigación de mi facultad, un máster, ...), pero no podía prever cuáles serían las consecuencias que todo esto tendría más adelante. Toda esta historia ya la narré en una publicación que podéis visitar AQUÍ. A mí me gusta entrar y leerla de vez en cuando porque es una publicación que escribí desde el corazón y con un sentimiento muy grande de agradecimiento

Ahora sé que estoy en el lugar adecuado porque el tiempo (¡sí! ¡Ese tiempo que pasa tan rápido!) me ha dado la razón. Cuando  tomas decisiones, te sientes un poco desnudo o desnuda. Dejas de lado la ropa que hasta ahora te había abrigado y tienes que confiar en que la nueva será de tu talla y conseguirá mantenerte igual de calentito. Y creo que por ahora, está cumpliendo su función.

La Reina Lectora apareció en mi vida un día en que precisamente hacía frío. Estaba a punto de tomar muchas decisiones (cuento sobre ello aquí), y de repente, el boceto de esta reina, dibujado por mi pareja, me iluminó y me empujó a abrir el blog. Fue realmente una amiga quien me sugirió la idea inicial, pero no lo tomé en serio hasta que vi la imagen de la Reina frente a mí. 

Empecé a dar mi opinión sobre los libros que leía. Intenté ser lo más profesional posible, pero después me di cuenta de que era demasiado intensa. Como hace tiempo que me acepto tal y como soy, continué escribiendo mis reseñas así, poniendo mucho corazón, purpurina, globos y fe. Incluso si el libro no me gustaba, lo decía (y lo digo), pero con mucho amor. No sé hacer las cosas de otra manera, nunca he tenido la precisión cirujana de diseccionar la vida en partes iguales, con mirada neutra y tono ocre. Me implico y ya está. Y de hecho, me he implicado tanto en este reino, que he acabado evolucionando, creciendo y volando hasta más allá de mis propias expectativas con él.


Lo más importante que he conseguido aquí, y lo siento por los méritos de tipo más profesional que he podido alcanzar trabajando con escritores, ha sido crear comunidad. Os podría decir que al segundo día de abrir el blog una gran editorial española me fichó como colaboradora y apostó por mí sin ni si quiera saber cómo iba a avanzar la cosa. También os podría contar que he lanzado a autores que se hallaban perdidos en las tinieblas de Amazon al TOP 100 de la categoría general. Podríamos hablar de cómo he incluido en catálogos  editoriales españoles a autores mexicanos que no tenían visibilidad en su país. Pero lo más importa, es que he creado comunidad. Comunidad de lectores, escritores, y editoriales. Y en especial, una comunidad de amigos. 


Pocos meses después de la inauguración del blog, abrí un club de lectura. No soy una persona que meta mucho las narices en territorio ajeno, así que no sé cómo lo hacían el resto de clubs que ya existían. Abrí el mío a ciegas y con ideas propias. Pronto se empezó a llenar, y para mi sorpresa, de lectores sin blog. ¿Cómo me encontraban? Es habitual escribirse, comentarse e interaccionar con gente del gremio, bloggers que pasan a saludarte y que por tanto, están atentos a tus publicaciones. Pero que la gente te siga sin pretensiones de que tú le sigas de vuelta o le dejes un comentario de vuelta, es más raro. Este fue mi segundo fenómeno paranormal (después de la amistad con esa gran editorial siendo yo una mindundi): club de lectura con gente que venía por la lectura realmente, y no por aumentar seguidores o algo parecido. Y debo decir que además La Reina debe tener un aura muy bonita, porque siempre atrae a gente bonita. Hoy, mi club es de los más activos y quienes estamos dentro, nos queremos, nos ayudamos y somos, al fin y al cabo, una familia. 

¡Parte de la familia! Aunque falta mucha gente.

Y sin darme cuenta, llegaron los logros. Yo ya tenía el corazón hinchado viendo cómo formábamos familia, cómo la gente consideraba mi blog un sitio bonito y de calidad y cómo cada vez más editoriales se interesaban por él. Pero tan ocupada que estaba en mi sístole y mi diástole, no me vi venir el hecho de que también tenía cierta capacidad para impulsar a los escritores, solucionar sus problemas, ayudarles a tomar decisiones, hacer que superen sus bloqueos de ventas y otros menesteres. 



Elevaste mi libro a posiciones increíbles en Amazon, Andrea Golden.

Por tu ayuda, logré que distintos blogs me leyeran y reseñaran mis libros, Yoselin Goncalves.

La Reina Lectora no es un blog de servicios editoriales al uso. Esta chica conoce el terreno que pisa y lo hace de una manera poco convencional, arriesgada y moderna, Daniel Rivaya.

La experiencia ha sido sorprendente y muy positiva. Me ha permitido descubrir los aciertos y, sobre todo, los errores de la novela, lo cual es indispensable, David Calleja.

 Ella me ayudó a solucionarlos actuando de intermediaria para cancelar mi contrato, porque yo de diplomática tengo nada, y desde que me cambió las portadas, me subió los libros a Amazon, me buscó reseñadores para mi primer libro y me hizo unos banners personalizados, mis ventas han subido, tengo ilusión, me siento valorada, y tengo ganas de seguir escribiendo, Esperanza Benayas.


¿Que dónde estoy ahora? Sigo aquí, en el mismo lugar. Sigo leyendo y reseñando, aunque eso me quite horas de mi tiempo, para dar la posibilidad a los escritores de que otros os conozcan a través de mi página. Me sigo implicando con cada publicación que hago, y nunca me me olvido de ese lugar "de dónde vengo". Porque es aquí, en el tú y yo que creamos cuando me lees y yo escribo. Es aquí donde todo empieza. Por eso, por mucho que avance, nunca me voy de aquí. Pero sin embargo, también estoy a otro nivel profesional que no me esperaba. No me gusta mucho hablar de mis logros (una cosa que mi madre siempre me ha reprendido) y apenas me veréis publicitarme. Creo que quien me necesite, llegará. Prefiero que sean los logros quienes hablen por mí y no yo por ellos (hacer esto último acaba estando muy cerca de la venta de humo). 

Hoy soy representante literaria, asesora editorial, promotora literaria y redactora en distintos medios de comunicación. Ayudo por tanto a que los escritores consigan entrar en catálogos editoriales, procuro que tengan buenas condiciones dentro de las editoriales, soluciono conflictos con contratos de edición, les ayudo, estén o no en una editorial, a que su obra tenga más alcance, a recolectar reseñas, a saber cómo enfrentarse al vasto mundo de la edición y publicación de libros. También he asesorado estilísticamente muchas obras y tengo a mi lado a un magnífico diseñador gráfico y maquetador que pone el broche de oro en todo el proceso. Un diseñador que por cierto, es el que siempre hace las portadas para el premio de Amazon a Marta Sebastián (y ya sabemos que Marta es ya toda una autoridad en el mundo indie).

Una muestra del trabajo de Yeivit, mi diseñador gráfico

¿Y hacia dónde voy? Quiero seguir aportando. Quiero que cada vez que un autor confía en mí, pueda devolverle toda esa confianza con creces. Quiero seguir formándome, aprendiendo y trabajando para quien me necesita. Y además, llevo tiempo queriendo probar la experiencia de trabajar en la plantilla de alguna editorial de forma continuada (trabajo para algunas de forma esporádica). Y, os voy a ser más sincera. He tenido ya ofertas de trabajo por parte de algunas, pero el espíritu no iba conmigo y finalmente, no he aceptado. Así que si me está leyendo otra editorial, tomároslo como una indirecta directa 👆 Estoy abierta a sugerencias. También a partir de septiembre comienzo a trabajar en una importante revista literaria, otro lugar más donde desarrollarme como redactora. ¡Muy ilusionada! Y estoy trabajando en un proyecto personal que solo pocos conocen... 

¿Merece la pena todo esto? Aunque aquí parezca que es todo magia y diversión, a veces también cuesta. Cuesta horrores mantener un blog, y lo sabréis perfectamente todos los bloggers que pasen por la sala. Supone mucho trabajo llevar los proyectos de varios autores, y ponerle la misma intensidad a cada uno de ellos, así como aplicar las medidas de forma diferenciada. Y lo que es peor, cuesta mucho mantener la autoestima. No estoy a salvo, quizás nadie lo esté, de esos momentos en los que te asaltan dudas de si vales o no para esto. Lo sé... Acabo de hacer un llamamiento unas líneas más arriba a alguna propuesta editorial y este párrafo destroza el currículum, pero quien me necesite, que sepa que también soy humana. Tengo días en los que me entra miedo de no lograr nada con quienes confían en mí. Temo no estar a la altura. Temo fallar. Pero, hay una pregunta que responder. Y digo sí. SÍ merece la pena. Merece la pena el estrés, el manejo diabólico del HTML y los altibajos emocionales junto a dudas existenciales. Todo merece la pena porque incluso en mis momentos más deprimentes, esto sigue hacia delante. Sigue rodando. ¿Eso no es acaso ya una señal?

Esta publicación se está alargando mucho, y tampoco quiero torturaros, así que si has llegado hasta aquí, gracias, ¡millones de gracias! por leerme. Ahora me conoces un poco más y quizás te apetece darme tu opinión en comentarios. 

Por mi parte, recuerda que:

  • Si eres lector, puedes unirte a mi club de lectura y formar parte de la familia: pincha aquí. Este mes, por ser mi cumpleaños, ¡abro de nuevo las puertas para recibiros con los brazos abiertos!
  • Si eres autor, quizás te apetece que te ayude en algún punto, bloqueo o situación con respecto a tu libro. Pongo a tu disposición mis armas y mi equipo: pincha aquí.
  • Si eres una editorial, me puedes tirar la caña. 
  • Si eres un internauta accidental y has tropezado sin quererlo con este lugar, ¿quieres seguirme?: Pincha aquí
  • Si eres seguidor habitual de mi blog, me gustaría que me dijeses en comentarios de qué temas de interés te gustaría que hablase en el blog, aparte de las reseñas. Echa un vistazo a mis otras secciones.
  • Y seas quien seas, persigue tu sueño. Sal de esta pantalla y persigue tu sueño. Esto que acabas de leer es una persecución de las que, por ahora, salen bien. Así que, ¡se puede!



¿Has hecho tu propio balance personal este septiembre? ¿Persigues algún sueño? ¡Nos leemos!