Estamos condenados a perder la paciencia. En el mundo ultra rápido y tecnológico que estamos construyendo, nos estamos acostumbrando a que todo (noticias, contactos, conversaciones...) vaya a la velocidad de la luz. Nos irrita cuando las cosas no están a tiempo y cada vez respetamos menos los ritmos de la vida. ¿Quién querría hoy dedicarse a un oficio cuyo fruto tardase años y años en aparecer? La sociedad de los dragones de té de Katie O'Neill habla de pequeñas y adorables criaturas con cuernitos sobre los cuales crecen hojas de té. Requieren unos cuidados y atenciones muy especiales, y sobre todo, mucha paciencia. Debemos, querido lector, sentarnos a observar el paso de las estaciones a lo largo de las páginas de este libro, para conseguir captar la magia del momento presente, nuestra metáfora análoga a la taza de té de los personajes del cómic. 

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La sociedad de los dragones de té es posiblemente una de las mejores propuestas visuales y argumentales que os he traído al blog este año. Con dos Premios Eisner a Mejor Publicación Infantil y Mejor Webcómic, Katie O'Neill rescata la figura de los dragones para hacernos pasar un momento muy zen con el libro entre las manos, a la par que nos envuelve en una especie de universo Kawaii. Dado que no hay ninguna pretensión en el libro, tendremos que conformarnos con el ya nombrado momento presente. Estar en el aquí y ahora es muy importante para aspirar la fragancia de esta preciosa edición


Greta está aprendiendo el oficio de su madre: la herrería. Pero un día, se encuentra a un dragón del té y, al devolvérselo a su dueño, un nuevo universo nuevo se abre ante ella. Conoce así a la Sociedad de los dragones de té, de la cual ya forman parte cada vez menos miembros, dado el sacrificio y compromiso que requiere la misma. Pero Greta está encantada con ella, y decide aprender el antiguo arte de cultivar y hacer té. Y no hay más, pero ya es mucho. No ocurre nada extraordinario ni hay momentos de tensión durante la obra, pero cada escena que recorremos nos llena de plenitud. El Observer ha dicho sobre la obra que parece diseñado para calmarte, y así es. Es un relato bondadoso que encuentra el sentido cuando uno se rinde a la lectura.

Además, es uno de los libros más inclusivos que he leído. Roles cambiados (madre herrera fuerte y padre andrógino), parejas homosexuales, personajes con una discapacidad, convivencia entre distintas razas... El libro habla de la diversidad, la convivencia y el respeto mutuo. La amistad y el amor por encima de todo. De hecho, incluso he querido ver también un poco de amor entre las dos protagonistas femeninas de la historia, lo cual me ha parecido muy tierno. También es un canto hacia la naturaleza y hacia los animales, por supuesto. Cómo distintos seres, sin compartir un mismo lenguaje, se llegan a comunicar y a entender de forma armoniosa. 

La sociedad de los dragones de té rescata, al mismo tiempo, todo aquello que vamos perdiendo por el camino como sociedad: los valores, los antiguos oficios, las tradiciones... Y todo está abrazado por por un dibujo sin contorno, en tonos pastel, al estilo Anime o Kawaii. Además, cierto misticismo envuelve al relato, creando mayor sensación zen, mágica o espiritual. Aunque no hay ningún antagonista que conforme un argumento con objetivo, el cómic deja la sensación de que sí hay enigmas revoloteando por el aire a los que subyacemos de manera inconsciente aun sabiendo que no los vamos a resolver. Katie deja abierto un mundo de posibilidades, pues de este relato amable podrían salir muchas historias, pero no ahonda en ello. Es como si la autora nos dijese "aprended a conformaros con esto. Hay veces en la vida en las que no tiene por qué ocurrir nada espectacular". 

Se ha catalogado como cómic infantil, y desde luego, se pueden trabajar muchísimos elementos de este relato con niños. Me parecería una actividad interesantísima si se llevase a cabo en colegios e incluso institutos. Pero creo que hay que ser adulto para dejarse abandonar un poco por este cómic y tener realmente esa sensación de transcendencia con él. Leer La sociedad de los dragones de té  de Katie O' Neill es una forma de meditación.

¿Te gustaría leer un cómic muy tierno y muy zen? 

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